CIRCUIT DE BARCELONA-CATALUNYA

El futuro del GP de España, en el aire tras el cese de Fontserè como director del Circuit

A. Vázquez, M. Muñoz

28/07/2020 14:39

Joan Fontserè dejará de ser el director general del Circuit de Barcelona-Catalunya. La Generalitat ha acordado este martes en su reunión semanal de gobierno proponer un recambio al frente de la instalación de Montmeló. La propuesta aún tiene que ser ratificada por el consejo de administración del Circuit, que se pronunciará esta misma semana.

La nueva gestión del Circuit recaerá en la presidenta María Teixidor, exdirectiva del F.C. Barcelona, y el director general José Luis Santamaría, vicepresidente de la Federación Catalana de Automovilismo y empleado hasta ahora de GT Sport, así como miembro de la comisión de circuitos de la Federación Española de Automovilismo.

 

 

Fontserè asumió el puesto de director en junio de 2015, en sustitución del expiloto de rallies Salvador Servià. Durante su mandato, Fontserè ha vivido en primera persona la llegada de Liberty Media a la Fórmula 1 y ha negociado con el presidente Vicenç Aguilera una renovación para las temporadas 2016, 2017, 2018 y 2019, y una prórroga para 2020 con la determinación de abordar un contrato a largo plazo.

La baja de Fontserè significa que el Circuit de Barcelona-Catalunya pierde el núcleo duro encargado de las negociaciones con la categoría reina del automovilismo, pues Aguilera ya dejó la presidencia de la instalación en febrero de este ejercicio. El futuro del GP de España es incierto más allá del evento programado para este 16 de agosto.

La renovación es la gran incógnita. Desde Montmeló confían en que Liberty Media tenga en consideración el esfuerzo logístico que implica el hecho de salvar el evento de 2020 en plena pandemia. También que la declaración del Gran Premio como de interés general permita abrir una vía de financiación del Gobierno central, que complementaría la inversión ya existente de las arcas públicas catalanas.

La gestión de Montmeló se puso en entredicho en abril de 2019, cuando una auditoría reveló irregularidades económicas en concepto de salarios, adjudicaciones de contratos y entradas. El Circuit defendió su gestión y el mismo Fontserè compareció en septiembre de aquel mismo año ante una comisión del Parlament, donde argumentó que desde su llegada al cargo había emprendido un proceso de reformas, revisando y corrigiendo las irregularidades que se hallaron en el pasado.

En tanto que la Generalitat tiene una participación mayoritaria en la entidad que rige el Circuit, las posiciones de dirección del trazado están ligadas estrechamente al gobierno catalán. En el caso de Fontserè, el periódico La Vanguardia ha informado que la pugna entre los dos socios de gobierno, JxCAT y ERC, podría ser una de las causas que explican su destitución. Fontserè es afín al primero. La Conselleria de Economía, la que ha propuesto su destitución, está gestionada por ERC.

Para entender la situación, es preciso explicar la compleja estructura accionarial de Circuits de Catalunya. Por parte del Ejecutivo catalán, el Departamento de Economía -ERC- controla la mayoría de acciones, pero es el Departamento de Empresa -JxCAT- el que tiene mayoría en el consejo de administración. Aun así, el hecho de que hoy el Govern haya incluido este cambio en un acuerdo de gobierno hace pensar que el cese podrá acometerse. Las acciones restantes están en manos del RACC y del Ayuntamiento de Montmeló.

Según revela El País, la gestora del Circuit se halla en un inpasse: el Departamento de Economía -ERC- ha bloqueado la aprobación de las cuentas y está pendiente de que un auditor analice más documentación para resolver el caso. Sin las cuentas aprobadas, la gestora no recibe las aportaciones del Ayuntamiento ni de la Diputación de Barcelona y se enfrenta a más pérdidas.

Las cuentas son un problema habitual en los circuitos que dependen de capital público para albergar la Fórmula 1, por los equilibrios que implica la gestión y singularidad del evento con los procedimientos de las entidades públicas. De hecho, el mismo Circuit pudo terminar a tiempo su edificio de boxes en 1991 porque se firmó una letra extraordinaria sin el conocimiento de la Generalitat. Las irregularidades investigadas desde 2019 no conllevan necesariamente una negligencia en la gestión, si bien ponen de manifiesto el difícil encaje de este sector. El choque entre las necesidades de la Fórmula 1 y la gestión pública fue especialmente patente en la adjudicación y desarrollo del GP de Europa en el Valencia Street Circuit.

Las evidentes complicaciones que esta noticia comporta para la renovación del GP de España supone al mismo tiempo una turbulencia importante para el normal funcionamiento de las instalaciones, que en la actualidad cuentan con una plantilla y un presupuesto que serían insostenibles si desaparece del calendario de la Fórmula 1.