El C5 de Pirelli debuta este año en el GP de Mónaco
Pirelli llevará un año más a Mónaco sus neumáticos más blandos. No obstante, se espera una estrategia a una sola parada en carrera. Por primera vez esta temporada el C5 –el neumático más blando– hará acto de presencia. La estrategia será clave, ya que llegamos a un circuito donde los adelantamientos son casi imposibles.
Mónaco es el circuito que tiene la velocidad media de vuelta más lenta y la curva más lenta de todo el calendario. Ciertas zonas de la pista se han reasfaltado, pero no se esperan muchas diferencias en la superficie de la pista.
La estrategia será seguramente a una sola parada en una carrera en la que este punto es vital por las pocas posibilidades de adelantamiento que ofrece Mónaco.
La adherencia es baja y la evolución de la pista será mínima. Los muros están muy cerca y los pilotos tendrán que arriesgar en cada vuelta, así que es probable que salga el coche de seguridad.
"Como era de esperar, llevamos nuestros neumáticos más blandos a Mónaco. El C5 es prácticamente igual que el hiperblando del año pasado, pero está diseñado para tener menos graining con frío y para que los pilotos puedan apretar más de principio a fin", ha destacado el jefe de competición de Pirelli, Mario Isola.
"Esto significa que no se necesitará gestionar tanto los neumáticos como el año pasado, por lo que podríamos ver una carrera rápida, especialmente en comparación con 2018, que fue bastante lenta por culpa del graining", ha añadido.
"Mónaco es único, es un Gran Premio en el que se debe aprovechar cada oportunidad estratégica, sobre todo si hay un coche de seguridad. El adelantamiento es casi imposible, como ya se demostró el año pasado: Ricciardo venció desde la primera posición. El tiempo que se gane y que se pierda en los boxes puede ser crucial", ha destacado Isola para terminar.
