Bernardo Pérez, el único piloto español en el Pro Draft 2019

La historia de Bernardo –también conocido como Nardy– es la de un aficionado al automovilismo. Su vida no estaba enfocada al karting ni a las categorías formativas, pero descubrió la competición a través de la simulación. Con 20 años hizo la transición de los videojuegos al 'simracing' entendido como tal. Ahora tiene 25 y está ante su mayor reto hasta la fecha.

"Soy un piloto tranquilo, pero no me lo pienso dos veces", comenta desde el hotel de concentración en conversación con SoyMotor.com. Esta tarde 'saldrá a la pista' para participar en una primera criba, una carrera clasificatoria en Silverstone. Se medirá contra otros once 'simracers' y está obligado a terminar entre los ocho primeros para seguir vivo en la competición.

"Ahora mismo no estoy nervioso, aunque cuando me suba al simulador puede que ya no lo esté tanto", explica. "He entrenado bastante y me veo bien". Lo que le espera por delante son unos entrenamientos libres de 20 minutos, una sesión de clasificación de otros 15 y una carrera de 26 vueltas, el 50% de la distancia del GP de Gran Bretaña. Si cumple, mañana aspirará a un contrato con alguno de los diez equipos virtuales de la categoría reina.

No es la primera vez que afronta el reto, aunque nunca había llegado tan lejos. De hecho, esta temporada incluso ha renunciado al estatus que tenía en su equipo para cumplir con los requisitos de la competición, que no admite a pilotos que ya estén comprometidos con alguna escudería profesional.

"Lo intenté el primer año, pero no entré en el evento. Me quedé a tan sólo una décima de segundo. En 2018 me clasifiqué, pero no pude estar en el Pro Draft porque estaba comprometido con el equipo Williams. Tuve que renunciar. Esta vez sí que lo he conseguido", relata.

En Williams coincidió con Javier Guerra, que sigue involucrado en la escuadra digital de los de Grove. Aun así, la experiencia de Bernardo en las carreras virtuales va más allá.

"Empecé a correr en un campeonato pequeño, que gané en al segundo año. Luego un amigo mío creó un equipo y empezamos a competir en las competiciones que organiza Mundo GT. Fuimos segundos con una escudería desconocida para el resto".

"Luego me fichó lo que antes era el equipo JIM, que ahora es el equipo Williams, y ganamos el campeonato de Fórmula 1 tres o cuatro veces. Después surgió la fusión con Williams y apostaron por mí. En enero decidimos dejar la relación y desde entonces he vuelto al segundo equipo de Williams".

Recuerda el proceso de clasificación para el Pro Draft con especial estrés.

"Eran tres eventos y competías contra la inteligencia artificial del juego. Quedé séptimo en el primero, pero sólo se clasificaban seis. El siguiente era en Bakú, que es una pista que no me gusta, pero el último era en el Circuit de Barcelona-Catalunya. Ahí me siento muy cómodo. Quedé primero y conseguí el pase".

"Durante todo ese tiempo quizá entrenaba dos o tres horas cada día. Acabé destrozado después de la clasificación en Shanghái, así que tuve que levantar un poco el pie en Azerbaiyán para volver a la carga en Montmeló. Salió bien, pero era muy cargante a nivel psicológico. Te pone un poco de los nervios".

¿A qué equipo le gustaría ir? Williams le atrae, porque conoce bien al equipo humano que tiene detrás. La proximidad idiomática también es un factor importante. Pero, puestos a elegir, admite que le agradaría recalar en la poderosa Mercedes para coincidir en el mismo monoplaza que Brendon Leigh, el bicampeón invicto de la competición. Mañana saldrá de dudas.