GP de Azerbaiyán F1 2021

Alonso: "Bakú 2018 fue un ejemplo de nunca darse por vencido"

02/06/2021 13:53

Fernando Alonso ha definido el Gran Premio de Azerbaiyán de este fin de semana como un reto extremo y complicado desde el punto de vista del pilotaje. El español confiesa que es muy difícil acostumbrarse a los cambios de velocidad tan bruscos que requiere el circuito de Bakú, pero recuerda que es uno de esos circuitos en los que puede pasar de todo y nunca debes darte por vencido.

Alonso visitará Bakú este fin de semana por primera vez desde 2018. Los dos primeros sectores son muy técnicos, el segundo comprende el casco histórico de la ciudad y también las curvas más lentas. Sin embargo, el tercer sector es completamente diferente y en él se ubica la recta más larga del calendario.

"Bakú es un circuito extremo. Es un diseño que tiene muchas curvas de baja velocidad y las rectas más largas del Campeonato, así que esa combinación es muy difícil para configurar el coche", ha afirmado en un vídeo de Alpine.

La combinación de curvas lentas y de largas rectas requiere exigentes cambios de velocidad. Alonso considera que esta mezcla es extrema y, por este motivo, confiesa que es uno de de los circuitos más emocionantes para los pilotos.

"Como piloto es muy difícil cambiar completamente tu forma de percibir las cosas. Durante los dos minutos de la vuelta ves todos esos edificios, los muros a 50 o 60 kilómetros/hora y de repente estás a 350 kilómetros/hora en la mitad de la ciudad. Esas emociones son bastante extremas y creo que es uno de los circuitos que probablemente produce más adrenalina como piloto, así que es un desafío", ha añadido.

Aunque Bakú es completamente diferente a Mónaco, ambos son circuitos urbanos en los que Alonso disfruta. Son pistas que requieren un mayor nivel de concentración y también de confianza con el coche. El piloto asturiano confiesa que le encanta el reto de sentir que va al límite y que no tiene margen de error.

"Disfruto corriendo en circuitos urbanos. Creo que esa sensación de no tener margen de error te genera un estrés extra mientras conduces. Ese estres es, al mismo tiempo, algo que intentamos encontrar como pilotos: el próximo desafío, estar fuera de la zona de confort mientras conduces y Bakú te da todo eso", ha apuntado.

Fernando estuvo a punto de abandonar en 2018 con el coche dañado, pero al final logró salvarlo y terminar en los puntos. Para él fue una lección que demuestra que nunca puedes tirar la toalla.

"Luchamos hasta el final con un coche que estaba medio dañado, pero fue suficiente para llegar a los puntos en séptima posición. Fue un ejemplo de que nunca hay que darse por vencido", ha expresado Fernando para cerrar.