FERNANDO ALONSO

Alonso: "Ahora nadie juega a las cartas antes de un GP, todos están pegados al móvil"

30/07/2021 14:36

A los 40 años, Fernando Alonso puede hacer una mirada retrospectiva a su pasado. Para muchos deportistas, su historia, su leyenda, ya están forjadas y esa edad es punto de inflexión inexorable, el límite que marca la diferencia entre la vida en activo y el ser considerado una 'vieja gloria'.

Pero eso no parece que case con Fernando Alonso, que sigue mirando a un futuro activo en el deporte "porque siento la necesidad de sentir un volante entre las manos cada fin de semana". Es una de las muchas confesiones que Fernando Alonso hace en la segunda parte de la docuserie que le dedica Amazon y cuyo estreno será a finales de este agosto, según el español ha compartido con Daniele Sparisci, en el magazine del diario italiano Corriere della Sera. 

Un Fernando que vuelve la mirada atrás, repasa sus vivencias, sus instantes más íntimos y cómo ha cambiado el mundo de la Fórmula 1 desde que puso en ella sus pies, en el ya lejano 2001, hace 20 años.

Un Fernando que nunca había imaginado llegar a los 40 en activo, en la F1, tanto tiempo. "A los 35 años me veo haciendo otra cosa. Un piloto de F1 no puede seguir siendo competitivo a esa edad y además es un deporte muy fatigoso", señaló en sus comienzos en la categoría, cuando todavía era un jovenzuelo casi imberbe y tímido, para quien las ruedas de prensa eran una obligación casi incordiante la mayor parte de las veces. "Uno puede equivocarse en sus predicciones, ¿no?", señala en la serie.

Está en el equipo donde comenzó todo, donde consiguió sus dos títulos, donde se refugió tras aquel 2007 que ha acabado marcando su trayectoria posterior… aunque ahora se llama Alpine. No tiene a Flavio Briatore al frente, a su lado, y no encuentra "a nadie con el que jugar a las cartas antes de un Gran Premio porque todos están ocupados con su móvil".

Flavio, personaje clave en su carrera. Amigo y confidente antes que representante personal y jefe del equipo, el hombre que lo protegía de la prensa y de la gente "porque soy un hombre tímido, bastante cerrado. En mis comienzos no era nada sencillo tener una tropa que me seguía las 24 horas del día".

Todavía Flavio es 'su almohada de cabecera'. "Con Flavio tengo una relación muy especial. Ha sido el hombre más importante de mi carrera, de una generosidad única. Hablamos todas las semanas de la vida. Tiene una inteligencia superior. Te dice una cosa y puede ser que no la entiendas hasta semanas después, incluso meses después. Va siempre por delante. Pero es a la vez un jefe duro, una persona fuerte", señala Alonso, quien se ríe cuando piensa "en las veces que le he hecho enfadar".

Alonso explica que, tras dos años fuera de la F1, el retorno ha sido complicado. No por volver a la categoría, no por volver a competir, sino por las circunstancias que lo han rodeado, el estar aislado por la pandemia justo antes de Navidad, una fecha importante para él. "Quería volver a casa, a Asturias. Fueron momentos en los que afloraron mis sentimientos más íntimos, el valor que doy a la familia, la cosa más importante para mí… y volver a casa era dificilísimo".

Unas dificultades que ya comenzó a comprobar a finales del año pasado, cuando comenzó a frecuentar de nuevo el paddock para irse aclimatando. "Las fronteras se iban cerrando y yo estaba permanentemente de viaje: en Inglaterra para hacer el asiento, para trabajar en el simulador, yendo a los Grandes Premios, preparando los test… fueron momentos de grandes cambios, tanto en lo personal como en lo laboral".

De sus comienzos a hoy dice que todo ha cambiado mucho, quizás –aunque no lo diga– demasiado. "No había redes sociales, no había tantas cosas que nos han convertido en una sociedad un tanto superficial. Se vive a golpe de 'meme', de ocurrencias rápidas –los zaskas, sin duda– y resulta complicado crear lazos y relaciones auténticas".

No sólo el mundo ha cambiado, sino también la F1, "porque antes no había tanta tecnología. Cuando pilotabas, muchas cosas las hacías por instinto… y hoy recibes instrucciones continuas de los ingenieros. Hay poco que inventar.  Entonces, cuado se apagaba el semáforo, no sabían si sería un día favorable a Bridgestone o Michelin… y hoy sabes que sólo dos equipos pueden ganar".