Alerta en Mercedes: "Este año no bastará con ser buenos"
Las casi cuatro décimas de segundo que Max Verstappen le sacó a Lewis Hamilton en la Q3 de Baréin constituyen una amenaza real a la hegemonía de Mercedes, que reina en la Fórmula 1 desde 2014 y que este año persigue el reto inédito de convertir a su primer espada en un ocho veces campeón del mundo.
El Red Bull es el coche a batir en Sakhir y esto anticipa un Mundial mucho más que agitado que el que vivimos el año pasado, cuando Hamilton cabalgó hacia el título sin oposición alguna. Una parte importante del mérito es del nuevo motor Honda, que se beneficia de conceptos previstos inicialmente para 2022.
En Mercedes toman buena nota de lo que ocurrió ayer y asumen que tendrán que trabajar duro para mantener su estatus.
"Es genial que tengamos una pelea de verdad entre manos", explicaba Toto Wolff al término de la clasificación.
"Hay seis equipos distintos entre los diez primeros y es evidente que este año no bastará con ser simplemente buenos".
De entrada, será interesante ver cómo afecta esta nueva realidad a los planes de desarrollo de ambos equipos. En un año de transición, lo ideal es aparcar el coche de 2021 lo antes posible para dedicar todos los esfuerzos a 2022. Pero con un Mundial en liza, puede que esto no sea tan fácil.
Y aunque las cuatro décimas de Verstappen fueron un resultado contundente, todo indica que en Brackley se esperaban algo peor. Valtteri Bottas reconoce abiertamente que han cerrado la brecha respecto a los test de pretemporada.
"Hoy ha ido mucho mejor que en los test. Me he sentido mucho más cómodo durante la clasificación y al menos hemos estado más cerca de Red Bull que en pretemporada", señaló el finlandés.
"Pelearemos con dos coches contra un Red Bull. Salir desde la tercera posición no está mal, de modo que tengo ganas. Parece que el Red Bull tiene más estabilidad, sobre todo cuando hace viento. Tenemos dos coches entre los tres primeros, de modo que todavía podemos pelear por la victoria".
Y en la misma línea se pronuncia Lewis Hamilton, que hoy arrancará segundo. Con Sergio Pérez fuera de la ecuación, el inglés espera que la superioridad numérica de Mercedes haga mella cuando entre en juego la estrategia.
"Hemos dado algunos pasos adelante, pero no hemos podido competir con la última vuelta de Max. Desde la segunda posición podemos causarle problemas a Red Bull".
"Max ha hecho una gran vuelta. Cuatro décimas es un gran margen, así que tenemos trabajo por delante. El coche iba bien en la Q1 y la Q2, pero al final no pude sacarle más. Hemos trabajado muy duro para comprender el coche que tenemos".
