CONGELACIÓN DE MOTORES

Acuerdo informal para asegurar la competitividad de todos los motores

16/02/2021 08:46

La FIA aprobó la congelación de motores y descartó por el momento poner en marcha algún mecanismo de compensación o de convergencia para evitar que un motorista que se quede rezagado y arrastre su déficit durante tres temporadas.

Es algo que ya dijimos antes de la reunión en la que se aprobó la congelación de los propulsores: que Ferrari y Renault no podrían aceptar un hándicap, el quedar desarmados durante tanto tiempo sin poder intentar poner remedio o al menos paliar el déficit.

De hecho, no ha habido un rechazo a algún tipo de medida que facilite la convergencia, sino un compás de espera para tener una imagen de la situación tras las primeras carreras. Aunque a priori el motor que se homologue para 2021 debe usarse todo el año, Honda tiene –como sus rivales– la oportunidad de mejorarlo libremente de cara a 2022.

Christian Horner ha confirmado que existe un acuerdo informal entre los equipos para que se puedan habilitar algunas reglas de convergencia en 2022, cuando entre en vigor la congelación de motores, si se ve que ello es preciso.

"Aunque por el momento no hay nada escrito en los reglamentos, hay un acuerdo entre los equipos y fabricantes para estudiar el tema si un motorista se queda atrás", ha comentado Horner en declaraciones al portal web Race Fans.

Eso sí, no hay acuerdo de cómo se abordaría el tema. La situación recuerda a lo sucedido con los motores V8 2.4 litros hace más de una década, cuando se establecieron los famosos tokens de desarrollo. Cada temporada los equipos tenían un número determinado de tokens –decreciente año tras año– para modificar partes del motor, poder corregir errores y superar limitaciones. Esto, aparte de la posibilidad de poder modificar piezas por razones de coste y fiabilidad, siempre y cuando no entrañaran mejoras de prestaciones.

Ahora el sistema sería un poco diferente, ya que sólo el motorista rezagado sería susceptible de recibir esta ayuda y no está claro cómo se conseguiría. Si, por ejemplo, el motor Mercedes tuviera mucha ventaja, se puede buscar la forma de lastrarlo ligeramente. Si un rival en cocreto fuera el rezagado, éste puede recibir actualizaciones.

El objetivo sería que las diferencias entre motores de 2022 no superan un 2%, lo que nos coloca en el umbral de unos 20 caballos de potencia si tenemos en cuenta que las unidades de potencia actuales ofrecen unos 1.000 caballos de potencia. Hay tiempo para ello, pero seguro que durante este año vamos a escuchar hablar del tema.