El apellido Brabham, de nuevo en lo más alto

Matthew, nieto de Jack Brabham e hijo de Geoff Brabham, de 28 años, ganó la primera carrera de la Indy Lights de este año y puso así la primera piedra en el camino para intentar estar en la Indycar en 2023.

Brabham se llevó la victoria en los instantes finales tras aprovechar dos circunstancias de carrera que le fueron favorables. La más importante, el hecho de que su compañero en Andretti Autosport, dominador de la carrera, Christian Rasmussen, se quedó sin gasolina a dos vueltas del final y dejó que Brabham tomara el mando en estos dos últimos giros.

"Debo reconocerlo, Rasmussen tenía la carrera ganada. No podía seguir su ritmo, sólo mantenerme cerca, pero sin tener opción de superarle. Puedo imaginar cómo se siente... pero para mí, tras tanto tiempo fuera, es un éxito increíble. No tengo palabras para definirlo, estoy muy emocionado", ha señalado Brabham.

Tras Brabham entraron en la meta los dos pilotos del equipo HDM Motorsport, Benjamin Pedersen y Linus Lundqvist. "Simplemente tuve suerte. Estaba presionando. Estaba haciendo todo lo que podía. Toqué la pared un par de veces, probablemente más de las que debería. Soy muy afortunado y estoy muy feliz. Todo el mundo estaba teniendo problemas. Fue increíble", ha señalado Matthew, que en los dos últimos años compitió en Stadium Trucks.

Rasmussen, debutante en la categoría pero campeón de Indy Pro en 2021, había comenzado desde la quinta posición pero en la arrancada aprovechó la pelea de tres de los pilotos que le precedían para colocarse en segunda posición tras su compañero Hunter McElrea… hasta que éste se fue al muro en la última curva de la pista. Era la vuelta 13 de las 45 de carrera y McElrea estaba escapando de Rasmussen.