Gerard Farrés, protagonista entre los SSV

"No lo esperaba. Mi trabajo este año con South Racing es el de ayudar a mis compañeros de equipo, hacer de lo que los motards llamábamos mochilero. Pero nos está saliendo todo bien, así que estoy muy contento… Esto no ha hecho más que empezar, sólo llevamos tres etapas y la cuarta promete ser complicada", ha señalado Farrés, que ya el año pasado demostró que es rápido.

De hecho, no tiene mucho que demostrar. En 2021 fue 11º, lo mismo que en 2020, año en el que ganó tres etapas, pero en 2019 fue segundo.

Normalmente la lluvia es algo que no acaba de gustar a los pilotos y mucho menos a los de los SSV, que casi van al aire libre o porque hay barro y un 4x2 no es precisamente lo idóneo. Pero Farrés la agradeció. "La lluvia nos ha venido de maravilla. Ha compactado la arena y eso hace que tengamos muy buena tracción y así hemos podido subir mejor las dunas".

Farrés ha explicado que en la primera etapa "también tuvimos problemas en el famoso way point. Había bastante caos en la zona, mucha gente dando vueltas. Así que con Diego nos dijimos 'calma, no vamos a fijarnos en los demás, sino a seguir nuestra rutina'. Nos costaba encontrarlo, pero nos encontramos con Laia y con Isidre que nos indicaron la dirección, fue una buena ayuda".

Antes de comenzar el rally, Farrés se había marcado como objetivo hacer un buen papel y posiblemente esté mejor de lo que esperaba. "Conseguir patrocinios es cada vez más difícil, así que tienes que demostrar que haces bien tu trabajo y de esta forma, los equipos potentes pueden confiar en ti". Experiencia no le falta. Es su cuarto Dakar en SSV, pero lleva otros nueve en moto.

Su trayectoria este año es de lo más regular: cuarto, quinto y octavo en las etapas y anclado al tercer lugar de la general porque no ha cometido errores.

Farrés está a 14'04'' de Austin Jones, su jefe de filas y a 8'41'' de Rodrigo Luppi. Pero el rapidísimo Michal Goczal está a sólo 50 segundos por detrás, tras haber recibido una penalización de 15 minutos por saltarse un way point. Y Rokas Baciuška –que lleva como copiloto a Oriol Mena– y Aron Domżała, ganador el año pasado, están a poco más de 20 minutos. Su tarea no será fácil… pero seguro que quieren acabar en el podio.