Monza 1969: Stewart y el título del pánico

Pero ese no fue el caso de Sir Jackie Stewart en el Gran Premio de Italia de 1969. Llegó a Monza con gran ventaja, con el Matra-Cosworth, y no parecía que nadie pudiera discutirle el título.

Lo rubricó ganando en la 'Catedral de la velocidad' de forma espectacular, en una de las carreras más impresionantes de la historia, una de las cinco que se concluyeron con diferencias de menos de una décima de segundo entre el primero y el segundo –siete si sumamos las dos en las que una décima de segundo fue la distancia oficial entre primero y segundo–. Una de las dos en las que los cuatro primeros entraron en sólo dos décimas de segundo.

Pero el pánico escénico no lo sintió Jackie antes o durante la carrera, sino al final y no porque temiese penalización o exclusión, sino porque temió por él y su mujer, ante el imparable y desencadenado, sin control, entusiasmo de los tifosi que querían saludar, felicitar o quizás un recuerdo y un autógrafo del campeón nuevo, el hombre destinado a tomar el relevo del malogrado Jim Clark.

Cuando Stewart y su mujer, Helen, suben al podio, es el delirio. La multitud invade la pista para vitorearle y verle de cerca. Los Carabineri tienen problemas para abrirles camino al descender. Los Stewart sienten miedo, corren, se refugian en la oficina del Automobile Club d'Italia… pero los aficionados rompen la puerta y penetran en el recinto.

El matrimonio Stewart huye por la ventana. Se refugia en el camión Dunlop y los mecánicos de la marca le defienden llave inglesa en mano… pero los tifosi les superan y, para obligarles a salir, parece que intentan volcar el camión. Un amigo de Jackie, al volante de un potente deportivo, les rescata y se los lleva hacia Villa de Este.

"Las multitudes en Monza eran tan grandes como lo son hoy. Bajé del podio y la multitud rompió las barreras. En esos días, las esposas subían al podio, así que Helen estaba conmigo. La multitud nos envolvió por completo, la Policía no tuvo ninguna posibilidad. Luego fuimos a una oficina de administración y entraron por allí", compartió.

"Luego, Helen y yo entramos en un baño con la corona de laurel todavía puesta y estaban golpeando la puerta del baño, así que tuvimos que salir por la ventana y correr hacia el prado. Nunca había visto algo así", describió.

"Salté a la parte trasera de una camioneta Dunlop, pero alguien me vio entrar y empujaron la camioneta. Afortunadamente, un amigo mío, Philip Martyn, un jugador campeón del mundo de Backgammon, tenía un gran Mercedes, así que lo trajo al paddock y Helen y yo escapamos con él", declaro Jackie Stewart a The Guardian en 2019.

Stewart no pudo celebrar el título entonces. Lo hizo días después de una forma muy emotiva, en una cena en Edimburgo organizada por el Scottish Motor Racing Club. En la misma le otorgaron el recién instituido Trofeo Jim Clark, un casco de plata que le entregó el padre de 'Jimmy'; Clark y Stewart eran buenos amigos, aunque rivales en la pista.

Aquel GP de Italia quedó en los anales. No tuvo nada que envidiar al de 1971, el mítico que ganó Peter Gethin. Tuvo ocho pilotos en lucha por el liderato –Stewart, Rindt, Hulme, Courage, Hill, McLaren, Beltoise y Siffert, aunque sólo los cuatro primeros cruzaron la línea de cronometraje en la privilegiada posición– pero Stewart se las apañó para cruzar la línea de meta en primera posición las 30 últimas vueltas, de la 38 a la 68.

La última vuelta fue frenética. Rindt superó a Stewart en la Curva Grande, nada que no fuera habitual en los últimos giros. Jackie se colocó líder en la recta opuesta y Beltoise les alcanzó a ambos.

En la Parabolica, el francés de Matra se cuela entre ambos, pero llega muy rápido, va un poco largo y no puede acelerar pronto, como sí hacen Stewart y Rindt. Jackie gana y logra el título… el primero de Matra, el primero del equipo Ken Tyrrell que se ocupa de los Matra… un Stewart que es campeón de los años impares: 1969, 1971 y 1973.