BMW i Vision Circular Concept: lo que nos espera en 2040

El Salón de Múnich ha sido el escenario elegido para presentar el nuevo BMW i Vision Circular Concept. Según la marca teutona, será en 2040 cuando sus vehículos de pequeño tamaño sigan la línea de este prototipo.

La mecánica de este vehículo no es lo importante. Tampoco las formas. Lo verdaderamente importante es que responde a la filosofía o principio de 'las cuatro R'. Ninguna de ellas tiene nada que ver con Race o Racing, sino con los conceptos Rethink, Reduce, Reuse, Recicle. Los tres últimos se comprenden fácilmente. El primero deberíamos traducirlo por 'repensado' o 'replanteado'.

El BMW i Vision Circular Concept es una especie de 'economía circular' aplicada al automóvil. Está realizado con materiales 100% secundarios y materias primas renovables. Y es 100% reciclable. Está basado en la nueva plataforma 'Neue Klasse' y quiere anticipar lo que podría ser el futuro de la movilidad.

Por supuesto esta vía está pensada para reducir de forma drástica el impacto medioambiental y la huella de carbono. Permitirá llevar el objetivo que BMW se ha marcado para 2030 de reducir la huella a largo de la vida de un vehículo en un 40%.

"El factor decisivo en la lucha contra el calentamiento global es la fuerza con la que podemos disminuir la huella de carbono de los vehículos a lo largo de toda su vida útil. Es por eso que nos estamos fijando objetivos transparentes y ambiciosos para la reducción sustancial de las emisiones de CO2. Objetivos validados por la Science Based Targets Initiative y ofrecerán una contribución eficaz y cuantificable", ha dicho el presidente del consejo de administración de BMW AG, Oliver Zipse al respecto. Y ha subrayado que la forma en la que las empresas están tratando el problema será un factor cada vez más importante para la opinión pública cuando juzgue las acciones corporativas.

BMW ha explicado que ya ha comenzado a dar los primeros pasos en este sentido en el iX. Usa níquel secundario en su batería de alto voltaje. La carcasa de la batería contiene un 30% aluminio secundario. Y ello ayuda a reducir la huella de carbono. El objetivo a corto plazo es usar un 50% de materiales reciclados y reutilizables en sus futuros modelos.

No es sólo una necesidad medioambiental. También será una exigencia económica, ya que la previsión de ir hacia el automóvil eléctrico y el crecimiento rápido de las ventas de estos disparará la demanda de metales como el cobalto, níquel o aluminio.