Alex Palou, a confirmar sus aspiraciones en St. Petersburg

En el ambiente de Indycar se quiere saber si lo de Barber fue un golpe de fortuna o bien la tarjeta de visita de un joven que puede ser futuro campeón o, al menos, gran protagonista de la categoría.

Si hasta la fecha Alex era considerado como una promesa, ahora debe demostrar que es una realidad y algunos de los gurús de la categoría comienzan a pensar que será así. Palou se mostró en los test a la altura de Scott Dixon, seis veces campeón, el hombre que defiende el título y que está en su mismo equipo.

Lideró en los Libres 1 y 3, fue tercero en clasificación y supo jugar su carta cuando McLaren llamó a Pato O'Ward para un temprano cambio de neumáticos. Para liderar 56 de las 90 vueltas y resistir el acoso final de Will Power con tranquilidad y sangre fría, sin perder la calma cuando el tráfico obligaba a cierta prudencia. Y sorprendió porque supo tener ese ritmo sin poner en peligro el consumo de su coche y cuidando mejor sus gomas, algo que el equipo ya había notado en las pruebas privadas.

Will Power estaba sorprendido: "Me dejó alucinado lo rápido que fue en el primer stint. Simplemente se alejó de forma que pensé que iba a tres paradas porque yo estaba rodando lo más rápido posible con el máximo consumo posible".

En Ganassi están entusiasmados con él. Chris Simmons, director de rendimiento del equipo, estaba intigrado antes de la primera carrera. "Durante los test decíamos que si era capaz de hacer lo mismo un fin de semana, lo estaría haciendo realmente bien. ¡Y es lo que hizo!".

Por eso esperan la carrera de este fin de semana en San Petersburgo y las dos siguientes en el oval de Texas, que servirán para medir la templanza de Alex.

La Indycar es una categoría donde muchos pilotos pueden ganar. Dixon, por supuesto, Will Power, Pato O'Ward, Colton Herta, Josef Newgarden, etc.