Sakhir siempre ha sonreído a Alonso cuando ha abierto el Mundial

Baréin abrió los calendarios de 2006 y 2010. Dos Grandes Premios que terminaron… con la victoria de Fernando Alonso. El primero, con Renault estrenando su primer título mundial y abriendo la caza del segundo que lograría ese año y el segundo, en su debut con Ferrari, en el que acabó perdiendo el título en la última carrera en beneficio de Sebastian Vettel, tras un error estratégico de Ferrari en Abu Dabi.

Fernando también ganó aquí en 2005, el año en el que conseguiría su primer título. Ahora Alonso retorna de nuevo a la F1 en este escenario, pero parece complicado, muy complicado, que pueda repetir el éxito; el Alpine no parece ni siquiera el mejor de los coches de segunda división… pero en F1 no puedes decir 'nunca jamás'.

Curiosamente, Sakhir –junto a Monza– tiene un récord de vuelta en carrera que data de más de una década. 15 años lleva manteniendo el récord Pedro de la Rosa, con un crono de 1'31''447, que data de 2005, la segunda edición del GP. Aunque Schumacher fue más rápido el año anterior, el circuito sufrió una ligera modificación que lo hizo más lento. La actual configuración ha sido escenario de todas las carreras menos la de 2010, cuando se probó una versión alargada, usada en resistencia.

En la parrilla de salida de este año sólo tres pilotos han ganado en Sakhir. Lewis Hamilton y Sebastian Vettel lo han hecho en cuatro ocasiones, mientras que Alonso lo ha hecho en tres ocasiones. Los otros ganadores –Michael Schumacher, Felipe Massa en dos ocasiones y Jenson Button– ya no están en las parrillas.

El trazado tiene tres zonas de DRS y una peculiaridad: ¡está bajo el nivel de mar! La zona clave son las 'S' que van de la curva 4 a la 8. Pierre Gasly sostiene que es aquí, incluso hasta la curva 11 "donde se puede ganar bastante tiempo. Es un trazado de gran ritmo".

Charles Leclerc apunta que es un circuito "difícil de domar. Tiene el asfalto más rugoso de la temporada, lo que hace delicada la gestión de las gomas. Desde mi punto de vista, la mayor dificultad es el encadenamiento de las curvas 9 y 10, donde todos bloquean las gomas y es agradable correr de noche".

Daniel Ricciardo, por su parte, explica que "hay varios lugares donde se puede intentar adelantar. Un punto declicado es la frenada de primer ángulo porque vienes de un largo periodo a fondo y es difícil evitar bloquear las ruedas e incluso trazar de forma idónea".

Una de las dificultades es precisamente que los Libres 1 y 3 se harán con mucho calor todavía, mientras la temperatura refrescará al amanecer.

Los pilotos llegarán a la prueba con los 'deberes hechos' porque los test se hicieron aquí hace apenas una semana. Cruzarán los dedos no por la improbable presencia de lluvia, sino porque no se dé ninguna tormenta de arena que dificulte la visión y la adherencia, ni el viento venga a poner problemas aerodinámicos como en la primera jornada de test