Adrián, puedes sentirte muy orgulloso de lo que lograste

Las carreras no fueron un capricho del nieto del señor Suñer, como muchos pensaron en sus comienzos, sino la verdadera vocación, la auténtica pasión, la razón de ser que había reservado el destino a don Adrián Campos Suñer. Él trazó su propio camino de autodidacta, como piloto, como mánager, como jefe de equipo, como descubridor de talentos. Incluso fue constructor; en su época de Fórmula 3 construyó coche propio, el Avidesa y estuvo en Fórmula 3000 con equipo que podría considerarse como propio.

Al año siguiente, y contra viento y marea, perseverando, llegó para sorpresa de muchos a la Fórmula 1, con Minardi y el apoyo de Lois. Año y medio en Minardi. Y cuando se bajó del coche a media temporada lo hizo con caballerosidad, asumiendo que había cumplido su sueño y continuando en excelente relación con Giancarlo Minardi. Cristóbal Rosaleny lo ha explicado muy bien en su artículo. 

Campos, con el Minardi Minardi M188 Ford en Imola en 1988 - © LAT Images

Prácticamente todos los pilotos españoles que en los últimos 30 años han llegado a la F1 han pasado por sus manos, le deben algo. Luis Pérez-Sala llegó a la F1 en Minardi con Adrián de compañero y gracias al apoyo del patrocinador del alcireño. Creyó en Jaime Alguersuari cuando éste creó la Fórmula Nissan, y Marc Gené y Antonio García fueron sus pilotos en la escudería que creó para esa categoría. El primero entró en Minardi en F1, tras un test que era el premio al ganador. Quedó prendado de Fernando Alonso en una exhibición de karting y le dio la alternativa en la Fórmula Nissan para ganar el título juntos y ejercer en los años siguientes de mánager del asturiano, hasta que Flavio Briatore entró cada vez más en la vida de Alonso. En los últimos tiempos impulsó la carrera de Alex Palou. "Desde que aposté por Fernando, nadie me había producido estas sensaciones", nos confesó.

Se nos ha ido sin haber visto realizado su gran sueño, el tener un equipo español de F1. Lo intentó inicialmente con Bravo y Jordi Gené, pero se separó del proyecto cuando vio que los socios del mismo no eran los adecuados. Volvió a intentarlo con Campos-Meta, que se transformaría en HRT, el único equipo español que ha hollado la F1; aunque él ya no estaba allí en ese momento, nada hubiera sido posible sin él. Y ahora, con su antiguo socio monegasco, intentaba de nuevo repetir la difícil jugada. Se nos ha ido sin haber podido completado su sueño.

Afable, educado, parecía siempre preocupado, un poco taciturno algunas veces –o quizás reservado–, muy divertido otras… pero siempre destilaba pasión, perseguía un sueño con perseverancia.

Es algo que seguramente forjó de jovencito, cuando tuvo su papel en los inicios motociclistas de su amigo Jorge Martínez 'Aspar'. Como tuvo su papel en los inicios del Circuit Ricardo Tormo de la Comunitat Valenciana, en Cheste, y también en que la F1 llegara a Valencia. Papeles no siempre conocidos ni reconocidos.

Hoy, al conocer la noticia, he vuelto a escuchar 'Carros de Fuego' en su honor. Él, desde allá arriba, sabe la razón. Y, después, la sintonía final de 'Grand Prix', a modo de despedida volviendo la vista atrás y recordando, con una mezcla de nostalgia y orgullo, todo lo que hiciste. Y, mientras un par de lágrimas furtivas empañan mi vista, sólo puedo decirte una cosa: Adrián, ¡gracias, muchísimas gracias, amigo! Puedes estar muy orgulloso de lo que lograste. Has sido un pilar, no siempre reconocido, de nuestro automovilismo.

Y espero que tu obra continúe. Ya te encargaste de que Adrián Jr., tu hijo, fuera tomando el relevo y prácticamente llevara el día a día de tus equipos. Puedes descansar tranquilo: tu obra está en buenas manos.