Dalí y el automóvil: una curiosa relación

El motivo de este evento no era otro que la presentación del casco del piloto español, catalán, ampurdanés, Oriol Servià. Oriol desde hace muchos años siempre ha tenido motivos dalinianos en su casco, generalmente ‘relojes blandos’, "porque siento gran admiración por el personaje, por su obra. Los relojes me gustan, pero además simbolizan lo que hace un piloto, la batalla contra el tiempo".

Es muy posible que Dalí se hubiera sentido honrado y orgulloso por ello. Su relación con el automóvil fue un tanto extraña, pero los empleó en sus obras, aunque a algunos les pueda sorprender... aunque estoy seguro que hubiera apreciado los cascos de Oriol y quizás los hubiera firmado o fotografiado con ellos.

Quizás los que hayan visitado el Museo Dalí de Figueras o su casa de Púbol, el Museo Gala, no hayan dado mayor importancia a ver en la entrada un Cadillac de 1941 en el primero y el Datsun 610 en el segundo. Los coches de Dalí, quizás pensaran, sin dar mayor importancia a ello. Pero ambos la tienen en su obra, una obra que en el fondo tiene muchas más referencias al automóvil de las que muchos puedan suponer y pensar… Incluso en ‘Caras Ocultas’, una novela escrita por el pintor en 1944, el automóvil es protagonista de algún pasaje.

Pero volvamos a los coches de la entrada de sus dos museos. Ambos coches fueron una fuente de ingresos para el pintor, porque ambos fueron fruto de encargos publicitarios.

El Cadillac de 1941 fue su primer coche y con él atravesó Estados Unidos. Por entonces, Dalí ya era muy famoso y hubiera podido permitírselo muchos años antes. Pero no sentía necesidad de ello… eso sí, le reportó un cheque de 10.000 dólares.

La razón por la cual lo obtuvo fue el deseo de General Motors de lanzar un modelo más exclusivo tras el Cadillac De Luxe. Hablaron con Dalí y este les sugirió que debía llamarse Cadillac de Gala, les envió un boceto y sugirió algunos equipamientos. ¿Idea de GM o Cadillac? ¿O iniciativa del propio Dalí?

Uno de sus allegados, Fleur Cowles, escribió en un libro dedicado al genio que "Dalí siempre tuvo la idea de inventar –quizás diseñar sería más exacto– automóviles. Un día estábamos comiendo y me sugirió la idea de un coche deportivo. Y concertó entrevistas con gerentes de varias marcas para tratar este asunto".

Dicen que ese boceto, dibujado a toda prisa sobre uno de esos blocs de notas que en la época estaban en todos los escritorios de los hoteles de lujo, mostraba un Cadillac de serie, envuelto en una suerte de caparazón violeta metálico del que sólo destacaban las aberturas de las ventanas, es decir ‘vestidos de gala’. Obviamente una idea que era casi imposible de llevar a la gran serie, pero cuando Cadillac lanzó dos años después un Cadillac de Gala… Dalí les exigió el cheque a cambio de no interponer demanda.

Dalí presumiría que sólo se hicieron otros cinco ejemplares además del de Gala. Uno para el Presidente Roosevelt, otro para Clark Gable y otro para Al Capone, que ya había recuperado la libertad.

El Datsun es otra historia. En la época, la importación de coches en España estaba sujeta a cupo, un cupo que ‘se concedía’ casi a dedo, en ocasiones como pago a servicios prestados. Pero también era una época en la que los coches japoneses prácticamente no entraban en Europa.

Sin embargo, el Datsun 610 Wagon aparece claramente dentro de uno de sus relojes blandos, en una obra de 1972. Una obra que sirvió a Datsun para su campaña de publicidad de este automóvil en Estados Unidos.

En cualquier caso, el primer dibujo de Dalí usado para publicidad del automóvil. En 1926 realizó un boceto para el importador madrileño de Isotta Fraschini, que era un buen amigo suyo, y también un cuadro de una mujer ‘puntaire’ –las que hacáin encaje de bolillos– frente a una ventada, donde se puede ver un anuncio con el logo de Ford sobre la azotea de un edificio de enfrente… curiosamente Ford había abierto una fábrica en Cádiz en 1920.

Volviendo al boceto de Cadillac, un pasaje de su novela ‘Caras Ocultas’ habla de vestir a un automóvil, para tapar desnudeces, curvas y vergüenzas: "Debe estar cubierto por una lona cortada en las líneas de un traje de tartán!... ¡No sería divertido! Una tienda de ropa para automóviles. Vestidos de noche muy elaborados, con pechos bajos que muestran los radiadores de donde salen espumas de organdí…" Esta novela fue escrita después de que comprara el Cadillac para Gala.

Pero sus primeras obras con un automóvil se remontar incluso a antes de 1926, del boceto para su amigo concesionario de Isotta. Su óleo ‘La Bañista’ de 1924 y su ‘Figueras Girl’ de 1926 ya aparecen automóviles.

Y en 1938 realizó un montaje para la Exposición Internacional de Surrealismo en París denominada ‘El Taxi Lluvioso’, un taxi con dos maniquís dentro y un sistema de riego interno –un comedero perforado en el techo que albergaba el agua– para simular lluvia dentro del taxi… donde además del conductor y ocupantes había musgo, algunas plantas y un montón de caracoles de Borgoña.

Una réplica de esta montaje es el realizado con el Cadillac de Gala en el Museo de Figueras. Es el cuarto que realizó –los otros tres, incluido el de la Exposición Universal de New Yok y otro para el Museo Metropolitan– fueron destruidos.

Pero asimismo hay obras muy curiosas, por ejemplo el ‘Monumento Imperial a la mujer-niña’ donde presenta un coche fosilizado o ‘La critica Paranoica de la Soledad’, en la cual un automóvil parece convertirse en roca y mimetizarse con el terreno, mientras la vegetación comienza a cubrirlo. Continuando por ‘Los automóviles vestidos’, un collage desarrollado a partir de catálogos de General Motors, y su cuadro de la misma inspiración, ‘Automóvil especial’… aunque antes realizó un paranoico montaje: "Restos de Automóvil dando a luz a un caballo ciego que mastica un teléfono", que parece una oda en contra la industrialización –1939–.

Y en una de sus últimas obras, "Doble Victoria de Dalí", de 1982, aparecen dos bocetos de automóvil dando escolta a una ‘dalinizada’ Victoria de Samotracia, la gran escultura clásica que inspiró el "Espíritu del Éxtasis", la estatuilla que preside la calandra y distingue a todos los Rolls.