La F1 estudiará un techo presupuestario mucho menor

Dicen que todas las crisis abren asimismo oportunidades nuevas y en este caso, la FIA, Liberty Media y los equipos, tienen la gran oportunidad de redimensionar la categoría hasta límites sostenibles. Incluso iría más lejos: más que una oportunidad, es una necesidad.

La medida de prohibir los test de túnel de viento de la aerodinámica 2022 hasta el próximo febrero va precisamente en esta dirección. No sólo para evitar que los equipos ricos adquieran una ventaja insalvable antes de comenzar, sino también porque quizás las reglas técnicas deban retrasarse de nuevo o modificarse en aspectos fundamentales.

"En 30 años de mi carrera en los deportes de motor he tenido que enfrentarme a las incertidumbres ligadas a la Guerra del Golfo del 90, al 11 de septiembre, al SARS de 2003 y a la crisis finaciera de 2007-2008, pero estar confinados en casa es algo que sólo recuerdan los más ancianos y se remonta a la II Guerra Mundial", señala Vasseur.

En muchos círculos comienza a asumirse la idea de que el techo presupuestario de 175 millones de euros –más todo aquello que no entra en la norma– es absolutamente irreal y es imprescindible recudirlo de forma drástica. Es algo que Chase Carey y Jean Todt se han puesto como objetivo.

"Esta crisis nos afecta a todos. Es un buen momento para cambiar muchas cosas. Es la mayor que ha conocido la Fórmula 1 en muchos años. Media temporada aplazada es algo que no se conoce y que tendrá un impacto increíblemente duro. ¡Es el momento de reaccionar!", añade el jefe de Alfa Romeo.

El expiloto y actual comentarista de la cadena alemana RTL Christian Danner, en las páginas de Auto Motor und Sport, ha insinuado que no sería mala idea "desempolvar el plan de Mosley, de colocar el listón en los 40 millones de euros". ¿Recuerdan? Es la fórmula por la que Mosley captó tres nuevos equipos: Caterham, Manor y HRT, pero que se fue al garate porque los tres equipos que se adhirieron a este tope no pudieron sobrevivir frente a los otros que, como mínimo, gastaban prácticamente el triple, mientras los grandes gastaban diez veces más.

Cabe recordar que cuando se llegó al acuerdo, el año pasado, de colocar el listón en 175 millones, pero dejado fuera de cómputo muchas partidas –viajes, salario pilotos, parte del pago de motores, salario de los tres ejecutivos mejor pagados, marketing, etc– fue tras una ardua negociación porque los grandes se resitían a bajar el listón a la cifra originalmente propuesta. Así, lo que debía ser una medida de salvación se quedó en puro y casi ineficaz maquillaje cosmético, hasta el punto de que algunos equipos que estaban cerca de este límite señalaron que en lugar de ahorrar, deberían gastar un poco más, así que parecía sólo un gesto simbólico.

Vasseur señala que la reacción debe ser inmediata. "No podemos esperar tres meses porque es posible que algunos equipos no sobrevivan a este plazo", apunta el jefe de Alfa Romeo, a la par que recuerda que el problema no es sólo para los equipos pequeños, sino para todos.

Es evidente que si se recorta de forma sustancial el techo presupuestario, no ya a 40 millones sino a 100, y se deja alguna partida aparte pero menos que las actuales, quizás las reglas técnicas deban modificarse –menos libertades, más partes comunes–, lo que puede no gustar a los constructores grandes.

Todo ello significa una revolución inimaginable que quizás el núcleo duro de la F1 no está en condiciones de asumir. En ocasiones parece que hay gente en la F1 que por miedo a los cambios y recortes, se escudan en la negación de la evidente: la táctica de la avestruz.