Android Auto y Apple CarPlay, más peligrosos que conducir bebidos

Las distracciones al volante son una de las principales causas de accidente en la carretera. Y en eso las nuevas tecnolgías, si se utilizan mal, pueden jugar en nuestra contra. Así lo asegura un reciente estudio realizado por TRL y publicado por iamroadsmart.com, que incluso asegura que nuestro tiempo de reacción ante imprevistos es mayor cuando manipulamos Apple CarPlay o Android Auto que si conducimos bajo los efectos del alcohol o del cannabis.

Si se toma como referencia el límite máximo de alcohol permitido en Reino Unido –0,8 gramos por litro de sangre, cuando en España es de 0,5–, el aumento del tiempo de reacción ante cualquier imprevisto es del 12%. Esta cifra sube hasta el 21% si se ha consumido cannabis. Por su parte, hablar por teléfono con el manos libres, algo que está permitido, hace que reaccionemos un 25% más tarde de lo normal, mientras que escribir un mensaje de texto eleva este porcentaje hasta el 35%. Si atendemos una llamada de forma convencional, algo totalmente prohibido, el tiempo de reacción aumenta un 46%.

¿Qué sucede ante el uso de las nuevas tecnologías? Tomar el control de Apple CarPlay o Android Auto a través de nuestra voz nos hace darnos cuenta de lo que sucede ante nosotros un 36% más tarde. En el caso de tener que manejar los sistemas mediante la pantalla táctil nos vamos hasta un más que preocupante 53% en el caso de Android Auto y 57% en el de Apple CarPlay.

Se ha llegado además a otras conclusiones preocupantes. Por ejemplo, hacer uso de Spotify en el coche provoca mayores distracciones incluso que la manipulación de Apple CarPlay y Android Auto. Se calcula que la media de tiempo que dejamos de mirar la carretera cuando hacemos uso de cualquiera de estos dos sistemas es de 5 segundos.

¿Es el problema la tecnología que ahora incorporan los coches? Para nada. Lo que hay que apelar es al sentido de la responsabilidad. Estos dos sistemas, así como cualquiera que requiera nuestra atención, han de manejarse cuando el coche se encuentre detenido. De cualquier otra forma incurriremos en distracciones que pueden derivar en un accidente. Tenemos claro que no hay que conducir después de beber alcohol, con lo que actuar con sentido común ante las nuevas tecnologías ha de ser un deber también.