Carlos Ghosn se fuga al Líbano antes de su juicio en Japón

Ghosn fue arrestado en noviembre de 2018 acusado de fraude fiscal. Estaba en libertad bajo fianza a la espera de juicio, investigado por desviar fondos corporativos para fines personales y por ocultar parte de su sueldo para evadir impuestos. Las autoridades creen que se ha embolsado 70 millones de euros, pero él sostiene que es inocente.

Caído en desgracia, el exdirector de Nissan estaba obligado a residir en Tokio y tenía prohibido salir del país hasta que los tribunales resolvieran su caso. Entre las condiciones de su libertad vigilada figuraban la obligación de entregar el pasaporte a su abogado y de solicitar permiso a la autoridad judicial cada vez que quisiera hacer un viaje de más de dos noches.

Poco se sabe de la huida de Carlos Ghosn al Líbano, más allá de que llegó al país este lunes en un avión privado que había despegado desde Turquía. Las autoridades de inmigración de Japón no tenían constancia de que hubiera abandonado el país.

El directivo explica que su decisión está motivada por el convencimiento de que no hubiera recibido un juicio justo.

"Ahora estoy en el Líbano y ya no soy un rehén del corrupto sistema judicial japonés, donde se presume culpabilidad, la discriminación es flagrante y se niegan los derechos humanos básicos ignorando los tratados internacionales que Japón ha firmado y que está obligado a cumplir. No he huido de la justicia, he escapado de la injusticia y de la persecución política", explica en un escueto comunicado de prensa.

Beirut era un destino apropiado en tanto que no tiene acuerdo de extradición con Japón y Ghosn tiene nacionalidad libanesa por los orígenes de su familia. De hecho, él cursó los años de instituto en ese país.

Ghosn perderá la fianza de 12,3 millones de euros que depositó para salir de la cárcel a la espera de juicio.