Car Mechanic Simulator: un juego para no ensuciarse las manos

Si eres un amante de los coches, seguro que de pequeño, y quizá también de mayor, jugaste a ser mecánico y poner a punto tú mismo tu coche. Hoy en día, algunos valientes y manitas se 'atreven' a meterle mano a sus máquinas para cambiar el aceite, los filtros e incluso, los más avezados, las pastillas de freno o la suspensión. El resto de nosotros, la gran mayoría de amantes del motor, nos conformamos con acudir al taller de cuando en cuando y observar con interés y admiración como otro, más decidido y experimentado que nosotros, toquetea los bajos de nuestras más preciadas posesiones sin miedo a romper algo o dejar mal ajustado un componente que puede poner en peligro nuestra seguridad.

Para todos esos soñadores que quisieran mancharse las manos de grasa pero no encuentran el momento o el lugar, Red Dot Games y PlayWay han lanzaron al mercado en el juego Car Mechanic Simulator para Xbox One y PlayStation 4. Una adaptación de la tercera entrega del mismo título, lanzado para PC en 2018.

Se trata de un juego muy realista, pero con alguna licencias en pró de la diversión, que nos ofrece la posibilidad de afrontar la puesta a punto de hasta 48 vehículos distintos entre los que se encuentran algunos de los modelos más emblemáticos de la historia del automovilismo reciente. Para ello contamos con un catálogo de más de 1.000 referencias de piezas y un sin fin de herramientas con las que completar cada proyecto.

Como en cualquier taller mecánico que se precie, durante el proceso de reparación deberemos reemplazar las piezas que creamos pueden ser la clave de avería y realizar pruebas de diagnosis para identificar problemas, con el aliciente de poder rodar con los coches en una pista de carreras para ultimar la puesta a punto.

Una interfaz gráfica muy elaborada y una serie de consejos en pantalla nos guían durante nuestro proceso de aprendizaje para avanzar hacia retos más desafiantes e incluso la libertad de introducir ligeras modificaciones para personalizar el coche a nuestro gusto. Una vez reparados, tendremos la posibilidad de vender los coches con los que hemos trabajado para obtener beneficios y hacer crecer nuestro negocio con nuevos talleres, abrir franquicias, e incluso crear una pequeña colección de coches icónicos.