Coulthard no quiere elegir: ha encargado un Aston Martin Valkyrie y un Mercedes-AMG One

Como es habitual en los pilotos de carreras, y especialmente entre los de la Fórmula 1, el ya retirado David Coulthard es amante de los coches rápidos, y mantiene su ímpetu por ponerse al volante de los modelos más radicales de cuantos existen. Prueba de ello es el hecho de que, el que fuera piloto de McLaren –con motor Mercedes– entre 1996 y 2004, y de Red Bull entre 2005 y 2008, ha llamado a las puertas de sus antiguas escuderías para solicitar la compra de sendos Mercedes-AMG One y Aston Martin Valkyrie.

Tal como el propio Coulthard reveló en una entrevista, su relación con ambos equipos es muy próxima, lo que le ha permitido asegurarse una de las pocas unidades que se fabricarán de cada uno de los hypercars. Cabe recordar que Coulthard trabajó con Adrian Newey durante su paso por Williams, McLaren y Red Bull, lo que no puede obviar al mostrar su interés por la última obra del ingeniero británico. No obstante, el expiloto es un 'hombre de Mercedes', con quien también compitió en el DTM, y es por esta razón que no ha querido perder la oportunidad de conseguir su creación más radical.

En palabras de Coulthard, "creo que el Valkyrie representa algo realmente especial de la mirada de Adrian, la aerodinámica. El Project One será una celebración de la ingeniería alemana. De alguna manera imposible han metido el motor en un coche de calle, porque un motor de Fórmula 1 no debería funcionar en un coche de calle".

Desde sus respectivos anuncios y presentaciones, los Valkyrie y AMG One se convirtieron rápidamente en los hypercar imprescindibles que todo el mundo quiere tener, como lo fueron el Porsche 918 Spyder, el McLaren P1 o el Ferrari LaFerrari hace algunos años. No obstante, la producción del Aston Valkyrie estará limitada a 150 unidades, y 275 para el AMG One, por lo que si conseguir uno de ellos es algo solo reservado a unos pocos afortunados, contar con ambos ejemplares en su garaje será un hito excepcional.

El Valkyrie equipará un motor atmosférico V12 de 6.5 litros, con más de 1.000 caballos, suplementado por un sistema híbrido que lo dotará de 160 caballos adicionales. Por su parte, el Mercedes-AMG One recurrirá a un motor V6 turbo de 1.6 litros con sistema híbrido, como los utilizados en Fórmula 1.

Con estas credenciales, ambos modelos serán indudablemente rápidos en aceleración y en carretera abierta, pero su hábitat natural serán los circuitos, donde prometen prestaciones próximas a las de un Fórmula 1.