El margen de error de los velocímetros, comprobado

El estudio se inició por la duda en las tolerancias de los radares de las carreteras británicas, que estarían multando con sólo superar 1 kilómetro por hora la velocidad máxima permitida. Para desmontar dicho mito, se pidió ayuda a las fuerzas de seguridad, que acabaron demostrando que sólo se multaba cuando la velocidad excedía un 10% más la permitida: es decir, a 50 kilómetros por hora como velocidad máxima, el radar sólo saltaría a unos 55 kilómetros por hora aproximadamente.

Eso llevó a preguntarse si la velocidad que marcaba el coche era precisa con la que realmente llevaba el vehículo. Para eso, se realizó un estudio sobre 10 coches, usando un medidor VBox, el más preciso del mercado en la actualidad. El VBox utiliza una señal GPS para medir la velocidad de un automóvil. Es muy preciso, y la velocidad de medición es de 0,1 km / h, por lo que es perfecta para evaluar la velocidad real del vehículo. En teoría, legalmente los velocímetros pueden marcar una velocidad mayor de la real, es decir, que si marcan 50 kilómetros por hora, la velocidad real puede ser menor, pero nunca mayor.

Los resultados fueron los siguientes, a velocidades de 50 y 100 kilómetros por hora, marcando las siguientes velocidades reales:

-Kia e-Niro First Edition: 42-91

-BMW i3s: 45-93

-SEAT Arona 1.0 TSI 115: 46-96

-SEAT Tarraco 2.0 TDI 150 manual: 46-94

-Skoda Kodiaq 2.0 TDI 150 manual: 45-91

-Peugeot 5008 BlueHDi 130 manual: 45-91

-Volvo XC40 D4 auto R-Design: 48-94

-Mazda MX-5 2.0: 43-93

-Dacia Duster dCi 115: 45-93

-BMW 330i M Sport: 45-91

Los más precisos serían así el Seat Arona y el Volvo XC40, mientras que el Kia e-Niro sería el menos real de todos. El que un coche marque una velocidad mayor a la que realmente se está circulando es un motivo de seguridad. Normalmente, las marcas tratan que la velocidad sea exacta, pero tienen un margen de tolerancia inferior a la velocidad que marca el coche. Ese margen varía según los países y la normativa que se aplique. En el caso de España se aplica una regulación europea que exige que la velocidad real nunca sea inferior a la señalada por el velocímetro en su límite inferior.

Luego entraríamos en el campo de los radares, que en líneas generales, a 100 kilómetros por hora tienen un margen de error del 7%, es decir, que sólo multaría a los 107 kilómetros por hora, pero no hay que fiarse, porque el margen oscila entre el 3 y el 7%. Así, si rodamos a la velocidad que marca la carretera, teniendo en cuenta el error de nuestro velocímetro, siempre estaríamos por debajo de los límites permitidos.