Dani Sordo se encuentra a gusto en el Tour de Corse

"Este es el primer rally de asfalto de la temporada. Con Carlos del Barrio la ganamos en 2012, cuando era puntuable para el IRL y hace dos años acabé en el podio con Hyundai. Espero que esta experiencia y un buen funcionamiento del coche nos ayuden a lograr un buen resultado este año", ha señalado Sordo.

Dani fue 3º en 2017, 4º en 2018 y 7º tanto en 2015 y 2016. Pero ya fue 3º en dos ocasiones anteriores, con Citroën, en 2007 y 2006. En diez participaciones, sólo un abandono.

El cántabro sabe la importancia de esta prueba para la marca coreana y también que llegado el caso deberá ceder posición a Thierry Neuville. El belga es el único piloto de Hyundai que disputa todo el Mundial, pero él es hombre de equipo, que sabe cuales son los objetivos de Hyundai y se centrará en ofrecer a la marca lo que esta necesita.

Al cántabro le gusta esta prueba. Hay pocas especiales, pero la intensidad es máxima: "Ésta es una prueba en la que me siento cómodo y competitivo. Las especiales son muy bonitas y el paisaje que las rodea, de postal. Los tramos son largos, abrasivos, la gestión de los neumáticos es complicada. Además son tramos de muchas curvas y de zonas sinuosas, muy exigentes para el coche y para nosotros. Se requiere la máxima atención y concentración".

El Tour de Corse es muy distinto al de antes, cuando las especiales eran interminables –las hubo de más de 100 kilómetros y los Lancia Stratos llegaron a parar a mitad para repostar y cambiar gomas– y más de 1.000 kilómetros crono... en solo dos larguísimas etapas. Pero eso era  otros tiempos, cuando al Tour de Corse se le conocía como el rally de los 10.000 virajes.