Rosberg se hace con la Pole; Vettel, tercero, supera a Williams

En la Q1 y la Q2, era el dorsal 44 el que destacaba por encima del 6, pero a la hora de la verdad, cuando hay que apurar al máximo los límites del asfalto y rozar los intimidantes muros del Gilles Villeneuve, Rosberg ha dado la vuelta a la situación. Sabiendo que Nico estaba por delante tras el primer intento, un Hamilton al límite bloqueó ligeramente en la curva 8, algo que le ha costado el escaso margen de menos de una décima que le ha separado del alemán.

Como todos los sábados de gran premio hemos vuelto a vivir un duelo cerrado entre Mercedes, pero hubo un instante durante la segunda tanda de la clasificación que pudo inducir a algunos a pensar que esta vez no sería así. Y es que los Williams asomaban en las primeras posiciones con fuerza, incluso Massa se vio por encima de los intocables, pero fue por poco tiempo, hasta que Rosberg y Hamilton se lo tomaron más en serio.

Así, siendo capaces de mirar a los ojos a Mercedes por momentos, se daba por hecho que la segunda fila de la parrilla luciría el blanco impoluto de los bólidos de Grove, pero un alemán con cuatro entorchados a sus espaldas tenía otros planes. Montado en cólera viendo como Ricciardo le volvía a superar otra vez más, Vettel se sacó de la manga una de sus vueltas mágicas y le quito a Williams de un plumazo esa idílica imagen que parecían tener asegurada.

El australiano estuvo a punto de superar a los chicos Martini como hizo su compañero, pero finalmente saldrá por detrás de Massa. Pocas veces se habrá visto una lucha tan cerrada entre dos equipos como la que han tenido hoy Red Bull y Williams, apenas cuatro centésimas de separación entre ellos. Los cuatro coches con un tiempo de 1:15.5. Si fuera una carrera se necesitaría una foto-finish para saber quién cruzó la meta antes.

Por detrás de los grandes protagonistas, se sitúa Alonso, que por desgracia se está acostumbrando a ser un actor secundario en esta película. Ayer, el espejismo de los viernes nos engañó a todos. Ferrari decía que iba a traer mejoras a Canadá que les ayudaría a cerrar la brecha y creímos que así sería viendo solo el tráiler, pero hoy, visionando el primer acto de la obra, caemos en la cuenta de que todavía siguen lejos.

Seguramente los problemas que está acusando el F14-T de Fernando con el polémico sensor del flujo de combustible, que hace que tenga un déficit de potencia importante en un circuito que exige todo del motor, le haya restado las tres décimas que le han separado de la ajustada pelea entre los que han quedado delante suya, pero es imposible no sentirse decepcionado. Mañana le espera una carrera muy difícil, veremos si tiene el coche para milagros.

Cerrando las tres últimas posiciones del top ten encontramos a un sorprendente y sorprendido Vergne, que se habrá frotado los ojos cuando ha visto que saldrá siete puestos por delante de Kvyat; al McLaren de Button, que humeaba en exceso por los frenos, y a Räikkönen, el secundario del secundario de Ferrari. A las puertas de la Q3, se quedaron unos flojos Force India y Magnussen.

Lo que queda por destacar de una jornada con abundantes salidas de pista y trompos, sobre todo en la primera y en la octava curva, es la desgracia de Maldonado (con los habituales problemas del Lotus), el accidente de Ericsson contra un muro, la penalización de Kobayashi por cambiar la caja de cambios que le retrasa al fondo de la parrilla, y la no participación de Gutiérrez porque a su equipo no le dio tiempo a reparar el Sauber tras su colisión en los FP3. Mañana, lo bueno.