Los coches predecirán el tiempo en 2020

Cuando conducimos, una gran parte de lo que hacemos es por instinto o, simplemente, actuación de nuestro subconsciente. Aunque no nos paremos a pensarlo, la mayoría de conductores reaccionamos de manera automática cuando algo interfiere en nuestra conducción. Así, un conductor experimentado es capaz anticiparse a un golpe de aire cuando ve sacudirse las copas de los árboles en la distancia o prever la disminución de adherencia al acercarse a una zona de pavimento brillante o mojado. Es lo que los pilotos de aviación llaman 'the seat-of-the-pants', que también se aplica a los vehículos sobre el asfalto: nuestro 'estómago' nos dice que sucede bajo las ruedas.

Las máquinas, en cambio, sólo actuarán ante la resistencia del viento o la pérdida de tracción cuando sus sensores lo detecten, lo que les resta unas décimas de segundo en el tiempo de reacción. Sin embargo, para imitar esta capacidad de anticipación y reacción 'instintiva', Bosch ha desarrollado un sistema que permitirá a los vehículos con tecnología de conducción autónoma prever el estado de las carreteras por las que circulen mediante el acceso a información meteorológica y adecuar así su conducción como haría un humano.

En palabras de Dirk Hoheisel, miembro del consejo de administración de Bosch: "Carreteras mojadas, nieve, hielo: con nuestros servicios predictivos sobre las condiciones meteorológicas de la carretera, alertamos sobre los peligros antes de que se desarrollen situaciones críticas. Para ello contamos con la ayuda de los datos meteorológicos proporcionados por nuestro socio Foreca. Esto significa que un vehículo automatizado sabrá exactamente dónde puede conducir de manera autónoma, y cómo hacerlo".

Foreca es uno de los principales proveedores mundiales de información meteorológica con dos décadas de experiencia en predicciones climáticas de las carreteras. Gracias a esta información, los vehículos autónomos tendrán tiempo necesario para adaptar su estilo de conducción, en lugar de tener que delegar el control al conductor en condiciones desfavorables. Por ejemplo, si el vehículo tiene que circular con lluvia adaptará su velocidad con anticipación a un nivel que excluya cualquier riesgo de aquaplaning y le permita detenerse de manera segura en cualquier momento.

El desarrollo del servicio constará de varias fases. En 2020 Bosch iniciará la recogida de pronósticos meteorológicos para comenzar a extraer conclusiones sobre las condiciones de las carreteras, pero el objetivo final es que la conexión entre vehículos permitirá transmitir información de unos a otros en tiempo real de los cambios que sufra la carretera.

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