McLaren 600LT: más historia, más potencia... y más ligero

Mientras los resultados deportivos no llegan en Fórmula 1 –ni se esperan a corto plazo–, McLaren tiene en marcha una frenética actividad de lanzamiento de nuevos modelos. Serán nada menos que 15 de aquí a 2022, es decir, tres por año. Un proyecto que parece casi demencial para una marca de coches exclusivos, deportivos y de lujo, pero que parece estar funcionando asentado en dos pilares: el dinamismo de los modelos y su política de marketing.

“No pesan los años, sino los kilos”. ¿Recuerdan la frase que hizo célebre la publicidad del agua Font Vella? Pues eso es lo que ha hecho McLaren al presentar su 600LT, modelo derivado del 570S, con 30 caballos más y casi 100 kilos menos que aquél.

Gordon Murray, uno de los mejores ingenieros de la historia de la F1, dejó dos legados en McLaren cuando dejó de trabajar en F1. Uno, el McLaren F1 GT, que muchos consideran el mejor GT de la historia, con sus tres plazas, su puesto de conducción central y con algunas versiones muy especiales, como el F1 GT ‘Long Tail’. El otro, el McLaren Mercedes SLR, fruto de la cooperación de McLaren y Mercedes cuando la firma de la estrella todavía no tenía equipo de F1 y, por el contrario, tenía el 40% de las acciones de la firma de Woking.

Murray estaba orgulloso del primero y abominaba del segundo, aunque fuera más potente. Murray discrepó mucho de aquel proyecto por una razón muy simple: el coche era excesivamente pesado.

El peso es el mayor enemigo de las prestaciones. Los mejores ingenieros de competición siempre han dicho que les importaba menos la potencia del motor que el peso de su coche. El peso limita las aceleraciones, alarga las frenadas y es un incordio en las curvas. Así que en este caso no importan tanto los caballos, lo que importan son los kilos.

Parece que McLaren ha aprendido la lección o, mejor dicho, hace caso a la filosofía de Murray –y de Chapman, y…–. Sus modelos ‘medios’ no son tan potentes como los de algunos rivales, concretamente Ferrari, pero son más ligeros y, por tanto, tanto o más dinámicos que los de Maranello.

Pero lo comercial también tiene su truco. En realidad, las novedades absolutas son muchas menos. Para alcanzar este número de 22 lanzamientos en tres años deben tenerse en cuenta las ‘versiones especiales’.   Si esto es normal en cualquier fabricante, la política comercial y de marketing en McLaren hace que los cambios en estas versiones sean suficientes como para poder hablar de un modelo nuevo. Y eso viene facilitado por un hecho clave: nombrar a cada modelo por la potencia que ofrece.

Todo ello queda reflejado en el 600LT, cuyo nombre hace referencia a la potencia de su motor y también al concepto ‘Long Tail’ o ‘cola larga’, que Murray introdujo en los F1 GT que corrían en Le Mans y que luego se trasladó a la serie. En compoetición dominó la categoría GT de forma aplastante. Pero si consideran aquel modelo como demasido lejano, podríamos decir que el 600LT retoma buena poarte de la filosofía del 675LT, que fue lanzado en 2015 y del que se fabricaron 500 ejemplares y que, además, tuvo versión descubierta.

El 600LT está derivado del 570S, pero desde el punto de vista de McLaren no se trata una versiones especial limitada y numerada, sino de un modelo diferente y exclusivo. No hay un número de máximo de compradores a priori, pero sí un límite temporal de fabricación. Este nuevo GT estará en producción durante sólo 12 meses, lo que equivale a decir que es muy probable que no supere el centenar de ejemplares.

La base es la del 570S, pero tan cambiado que el más del 23% de las piezas son nuevas. La cola ha sido alargada 74 milímetros, para hacer honor al apelativo de LT. La aerodinámica se ha mejorado: nuevo paragolpes delantero, nuevas taloneas, nuevo cola, paragolpes posterior específico, nuevo difusor más eficaz y alerón posterior fijo.

El motor es el del 570S, pero retoques en la refrigeración y el escape –y por supuesto en la electrónica- le permiten ganar 30 caballos y alcanzar la cota de los 600 caballos y un par de 620 Newton metro.

Pero el secreto no es ése. La carrocería es de fibra de carbono, también las nuevas piezas aerodinámicas. Y muchos otros detalles han sido aligerados. Todo ello ha permitido ganar casi 100 kilos, 94 exactamente, para colocarse por debajo de los 1.250 kilos, oficialmente 1.247. Todo ello hace que la relación peso-potencia se sitúe en los 481 caballos/tonelada.

Pero McLaren ha ido más lejos todavía y ha mejorado el dinamismo del coche. La dirección es más directa; la respuesta del acelerador o del pedal de freno, más rápida. Las suspensiones son nuevas, de aluminio forjado y, por supuesto, con tarados específicos. Los frenos han sido debidamente agrandados, los soportes del motor son específicos, y se han elegido neumáticos Pirelli P Zero Trofeo R.

El interior es, paradójicamente, más lujoso que el de un 570S. Los asientos, tomados del Senna y del P1, tienen armazón de fibra de carbono y tapicería Alcántara, material que aparece profusamente en el habitáculo. Y, por supuesto, el servicio de personalización de McLaren -MSO– está abierto a introducir amplias modificaciones al gusto y la billetera de cada cliente.

El precio de partida en Gran Bretaña está situado en 185.500 libras, impuestos incluidos. En España serán más de los 210.000 euros que sería la conversión directa, pero aun así es un precio más que razonable si tenemos en cuenta que el montaje final del coche se hace a mano y que el precio incluye una jornada en circuito donde un monitor cualificado ofrece al comprador un curso acelerado sobre el coche.

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