DS 8 Crossback E-Tense 2024: el lujo francés es eléctrico

DS afronta un futuro que será totalmente eléctrico a partir del año 2024. Desde ahora y hasta que toque los actuales modelos de la marca agotarán su ciclo vital, pero a partir de entonces los galos sólo van a lanzar vehículos alimentados por baterías. Uno de ellos va a ser el DS 8 Crossback E-Tense, un modelo que desde hace tiempo está en el candelero pero del que hacía bastante que no se sabía nada. De hecho, en un principio se pensó que iba a ser un sedán de lujo, pero finalmente será un SUV de grandes dimensiones.

El origen del DS 8 Crossback E-Tense se encuentra en el DS Aero Sport Lounge Concept, un prototipo presentado en marzo de 2020 con el que, no obstante, presentará importantes diferencias. La primera tiene que ver con la plataforma de la que partirá. Se espera que el DS 8 nazca a partir de la nueva arquitectura STLA Large, pensada para las unidades más grandes de Stellantis. El prototipo estaba basado en la EMP-2. También hay diferencia en la potencia del motor, que en el 'concept' alcanzaba 670 caballos mientras que en el modelo de serie se ofrecerán diferentes opciones con un máximo de unos 450.

DS Aero Lounge Concept

Donde sí habrá similitudes entre el prototipo y el DS 8 Crossback E-Tense es en las dimensiones. Los cinco metros de longitud del primero se verán reflejados en el segundo, al igual que los poco más de dos metros de anchura. También vale como referencia el tamaño de la batería, ya que se habla de que el DS 8 superará los 100 kilovatios hora y el prototipo gozaba de 110, lo que le otorgaba una autonomía teórica de 650 kilómetros. De cumplirse esto, es fácil imaginar que el nuevo SUV francés coquetará con los 700 kilómetros entre cargas.

Los principales cambios del modelo de serie respecto al prototipo llegarán en el interior, puesto que el DS Aero Lounge Concept no pasaba de un ejercicio de diseño en esa zona con tecnologías que, a priori, parecen complicadas de implementar. Entre ellas se encontraba la ausencia de pantallas convencionales, puesto que los datos más interesantes se mostraban a través de una proyección sobre el cuadro de instrumentación. El parabrisas, por su parte, resultaba ser una pantalla de realidad aumentada.

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