Zak Brown sí sabe lo que es ganar en Melbourne

Pero poco después de la sesión de clasificación, su piloto Scott Pye le regaló una grata e inesperada alegría: la victoria, bajo mojado, en la tercera de las carreras de los V8 Supercars australianos, que este fin de semana compartían circuito con la categoría reina.

Zak, a través de su equipo United, es socio minoritario de Michael Andretti y Ryan Walkinshaw en un equipo de Supercars. Así que en Melbourne, Zak lleva doble gorra en función de la hora del día.

Brown y Andretti adquirieron en su día acciones del equipo creado por Tom Walkinshaw y que había sido oficial de Holden. Hoy el equipo se llama Mobil 1 Boost Mobile Racing.

A Zack se le acumuló el trabajo este fin de semana en Melbourne, obligándole a múltiples desplazamientos desde el paddock de la F1 al de los Supercar, algunos centenares de metros.

"Es un fin de semana muy ocupado, pero espero superarlo", bromeaba Brown al llegar a Australia.

Ayer vio como Pye se imponía bajo la lluvia y malas condiciones de visibilidad porque se corrió anocheciendo -"con una conducción excelente", dijo Zak-, superando al siete veces campeón James Whincup.

La carrera comenzó en seco pero a media prueba comenzó a llover y Pye tuvo dudas de si entraba a cambiar gomas o no, pero finalmente aguantó con slicks al igual que Whincup. A punto estuvo esto de costarle la victoria porque en la curva 13 bloqueó ruedas y se abrió. "Sabía que tenía 3 o 4 segundos de ventaja sobre James, así que corte motor, cruce los dedos y salió bien". Cruzó la meta con 2612 diezmilésimas de segundo de ventaja sobre su rival, y 1" sobre Nick Percett, tercero. James Courtney, el otro piloto del equipo Walkinsahw, fue 5º.

Es el primer triunfo de Pye en la categoría, tras haber quedado 6º el viernes en la primera de las dos carreras y 11º el mismo sábado por la mañana. Pye, de 28 años y con 10 años de experiencia en Supercar aunque entrando y saliendo de varios equipos, sufrió un grave accidente de circulación cuando tenía 13 años, a resultas del cual estuvo cuatro días en coma y sufrió 24 fracturas.

Brown ya había estado con el equipo en los eventos previos al Gran Premio, subirse un momento al coche y se sentir la adrenalina como cuando era piloto privado.

Es posible que en algún momento Fernando Alonso también se haya escapado a verlos. El asturiano estuvo muy cerca de subirse a un Holden oficial en un test en Motorland Aragón, coincidiendo con la prueba que hizo con el Ligier LMP2 con vistas a las 24 Horas de Daytona. El Holden lo había traído Zak Brown, porque quería probar su reciente adquisición y un problema técnico impidió que Fernando se subiera al coche. 

Aunque Alonso descartó, mientras estaba en Daytona, correr en NASCAR admitió que le gustaría probar uno. Los Supercar V8 australianos no son exactamente un coche de la NASCAR pero están muy cerca, aunque el impresionante alerón posterior los diferencia de los americanos. Los Supercar llevan motores V8 de 5 litros, atmosféricos y pesan 1.410 kg. mínimo.

Conociendo la sintonía entre Fernando y Zak no me extrañaría ver al asturiano compitiendo en la Bathurst 1000, la prueba reina de la categoría y la más importante que se disputa en Australia a excepción del Gran Premio.