MotoE, la nueva 'influencer' de la electrificación

Puede sorprender que aquí hablemos de motos, pero en ocasiones las dos ruedas nos permiten plantearnos reflexiones interesantes.

El motociclismo también tiene su categoría eléctrica, MotoE, por el momento 'mototipo' –perdón, monotipo– ya que todos los pilotos presentes deberán utilizar la misma moto, de la marca Energica, una hacienda italiana de nuevo cuño, especializada en este tipo de motos y que comercializa una deportiva eléctrica de calle.

Podría pensarse que el motociclismo sigue así la misma tendencia que el automovilismo, pero me temo que no tiene nada que ver. La puesta en escena es completamente distinta. No es una alternativa a los Grandes Premios tradicionales, sino un complemento a los mismos.

Es cierto que el TT –Tourist Trophy– de la Isla de Man tiene prueba reservada a las eléctricas desde hace algún tiempo y el español Antonio Maeso ha estado presente en dos ocasiones y que incluso se intentó un campeonato europeo. En ambos casos, la participación fue escasa y sólo el TT-E pervive.

Sin embargo, a diferencia de lo que sucede en el mundo de las cuatro ruedas, el campeonato no nace como independiente. Será Dorna la que lo gestione en el marco de los Grandes Premios. MotoE será la cuarta categoría en liza de los Grandes Premios, un complemento a los mismos. No un rival, como es el caso de la Fórmula E con respecto a la F1.

El campeonato, que se iniciará en 2019, tendrá 18 motos, gestionadas por nueve equipos. Siete de ellos serán 'satélites' de los equipos de MotoGP y los otros dos, vendrán de Moto2 o Moto3. En otras palabras 'se conjura' el riesgo de fuga de las marcas. 

Es cierto, en el futuro quizás las marcas no estén dispuestas a sufragar equipos satélites con motos estándar, querrán fabricar la suya propia. Pero como inicio, para arrancar sin que ello suponga una escalada brutal de costes, es una buena base. Así lo hizo la Fórmula E y aunque ahora se ha abierto un poco la mano, sólo ha sido en el tema de los motores; chasis, aerodinámica y baterías siguen siendo comunes.

Pero, sobre todo, será un campeonato 'low cost', porque los gastos de infraestructura serán mínimos, ya que aprovecha los costes generales de MotoGP. Y tampoco tendrá que asumir el precio de construcción de circuitos urbanos: coste financiero, asumido por los gobiernos, pero también de molestias urbanas, que pueden originar protestas de los ciudadanos; dos elementos que han causado algún quebradero de cabeza a Alejandro Agag y su equipo.

Es evidente que existe un hecho muy claro. Correrán en un circuito 'de verdad', permanente. Y además, las motos podrán afrontar carreras de quizás 12 ó 15 vueltas, dependiendo de la longitud del trazado. 

Ésta es la gran diferencia con la Fórmula E. Las motos eléctricas de competición han sido capaces de medirse a una vuelta en el circuito de la Isla de Man, es decir carreras de unos 65 kilómetros y a un promedio de 191 kilómetros/hora. No hay ningún circuito permanente del calendario del mundial en el que se logre este promedio.

Es cierto, los condicionantes de marketing son muy diferentes. Por ejemplo, MotoE no puede asumir los riesgos que los circuitos urbanos comportan para la seguridad de los pilotos. MotoE quiere 'convencer' a los incondicionales de las dos ruedas de la bondad de la moto eléctrica y los 'influencers' están en los Grandes Premios. Se trata de inculcarles que pueden gozar de las emociones de un Superbike, aunque el motor sea eléctrico. En el automovilismo se trata de convencer a un público 'no carrerista' de las bondades y posibilidades de la tracción eléctrica para su uso cotidiano. Otra película, otros medios, otras necesidades.

La Energica EgoGP de MotoE se derivará de la Ego, el modelo 'superbike' de calle de esta hacienda italiana, nacida hace una década. El motor ofrecerá 110 kW, es decir 147 caballos, con un par inusual en las dos ruedas, 20 Nm, incluso superior a las MotoGP. Debe ser capaz de acelerar de cero a 100 kilómetros/hora en tres segundos y conseguir una velocidad punta de 250 kilómetros/hora. La potencia es ligerísimamente superior a la de las actuales Moto2, aunque previsiblemente será algo más lenta, al ser más pesada. Ya existe un elemento de comparación directa evidente.

Quizás, por eso los promotores del Electric GT, competición monomarca con coches basados en el Tesla, no quieren el formato de carrera corta y urbana, sino el demostrar en un circuito que tienen prestaciones y autonomía a la altura de los buenos deportivos.

De momento cinco o seis carreras en 2019 y a diez vueltas, pero esto es sólo el inicio...

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