Cuando el Aston Martin Lagonda es tu pasión, tienes 24

Pero si Duddling tiene una pasión, es por el Aston Martin Lagonda. Sí, el problemático sedán de la marca, futurista y avanzado a su tiempo, que era un caos electrónico y cuyo coste de producción era mayor que el de venta, lo que estuvo a punto de acabar con Aston Martin.

Se produjeron 645 unidades entre 1974 y 1990, con un motor V8 de 5.7 litros que daba 280 caballos. Pero la novedad no era esa, sino que era la respuesta comercial de Aston Martin a un difícil momento. El coche diseñado por William Towns es innegablemente rompedor, con un morro bajísimo, una línea limpia y aerodinámica. La palabra es bonito.

Pero el funcionamiento era un caos, al ser el primero con una computadora a bordo y paneles digitales. Sólo la electrónica del coche costaba cuatro veces lo que el producir el resto del coche. Una ruina, que además fallaba constantemente. Y por eso al precioso Lagonda se le recuerda más como un fiasco que como un éxito, aunque fue todo un pionero.

Pues pese a ello, Roger Duddling hizo acopio de ellos, hasta hacerse con 24, en la que puede ser la reunión más extensa en un único lugar de Lagonda del mundo. Es admirable que alguien gaste una fortuna en un coche así de delicado. Pero el amor es ciego, y sin duda el Aston Martin genera esa atracción inexplicable que sólo se sacia en su presencia.

Obviamente, no sólo de Lagonda se nutre la colección, como has podido ver. Hay de todo, Jaguar, Ferrari, Porsche. Algún coche de carreras. Sin duda un motivo de orgullo para este británico que se hizo millonario al inventar un nuevo sistema de dispensar tiquets que reducía notablemente las colas, y que ahora posee una gran colección que puede visitarse, y que también alquila para películas, anuncios, bodas. Una colección viva.