Guía rápida sobre Pikes Peak Hill Climb: Todo lo que necesitas saber

Y cuando decimos máquinas, decimos todo tipo de ellas: coches, camiones, motos, quads, de modo que la participación es nutrida y variada, dando color a la prueba y reuniendo a aficionados de todo tipo de disciplinas del deporte del motor.

HISTORIA DEL PIKES PEAK

En noviembre de 1806, el teniente Zebulon Montgomery Pike viajó desde cerca de lo que hoy es Pueblo, Colorado, en un intento de conquistar la cumbre de la montaña. En última instancia, una ventisca hizo inútiles sus esfuerzos y se vio obligado a retroceder. Pike, derrotado, consideró que nadie conseguiría llegar a la cumbre. Por su heroico intento, sin embargo, la montaña lleva su nombre. 

En los 1900s tempranos, Spencer Penrose convirtió el camino de tierra estrecho que viajaba encima de la montaña, viajado principalmente por los carruajes en ese entonces, en la carretera más ancha de Pikes Peak que tenemos hoy. En un esfuerzo por promover la montaña como atracción turística, "La carrera a las nubes" se organizó con la carrera inaugural del evento ahora famoso que se celebró en 1916. El ganador del primer (entonces llamado) Trofeo Penrose fue Rea Lentz, con un tiempo de 20: 55.6, a los mandos de un Romano Lemon Special.

La prueba ganó en importancia a mediados de los años cuarenta, e incluso estuvo incluida en la AAA y en el USAC Indy Car. Pero fue cuando en 1980, los pilotos y equipos europeos mostraron su interés, que se produjo la eclosión mundial de la fama de la prueba.

Y en 1988, Ari Vatanen, a los mandos del mítico Peugeot 405 Turbo 16, marcó un nuevo recordó en la subida. Las imágenes siguen siendo de una belleza y una épica incomparables, con Ari tapando el sol con una mano mientras con la otra cruzaba el coche a través de las curvas, aún de tierra.

En 2002 se obligó a ir pavimentando la carretera, algo que se debía hacer a un ritmo del 10% al año, por lo que en 2011 quedó totalmente asfaltada hasta la cima.

EL EVENTO

La subida se lleva a cabo a principios de cada verano, cuando la nieve de la montaña se ha derretido. La carrera comienza en un área de picnic arbolada, y asciende hasta la montaña en un gradiente del 10 por ciento. La línea de meta en la cumbre de la montaña está muy por encima de la línea de árboles, por lo que las vistas son de las más espectaculares en todas las carreras. Una serie de horquillas forman el curso. En promedio, alrededor de 130 competidores aparecen cada año. Hay una clase para todo, desde las modestas construcciones artesanales con pilotos amateur, hasta equipos oficiales de fábrica con pilotos profesionales y de renombre mundial.  

A partir de 2016, cuando se cumplió el centenario de la prueba, las clases son las siguientes:

-La Four Wheeled Unlimited Division admite todo lo que pase las medidas de seguridad requeridas, sin límites prácticamente.

-La Electric Modified Class, con modelos de cero emisiones de alto rendimiento.

-La Electric Production Class, con modelos eléctricos de serie, con pocas modificaciones.

 -La Four Wheeled Time Attack Division tiene dos categorías y permite la producción de vehículos con modificaciones limitadas en la Clase 2, y más libres en la Clase 1. La Open Wheel Class permite todo, desde máquinas de estilo Indy Car a vehículos off-road, hasta Buggies.

-La Two Wheeled Classes consisten en la Pikes Peak Division de peso ligero, Pikes Peak Division de peso medio, Pikes Peak Division de peso pesado (anteriormente conocido como Pikes Peak Division de Motocicleta Abierta), Pikes Peak Electric Class modificada, Electric Modified Class para la producción eléctrica, Peak 250 Class, Quad Class, Sidecar Class, Vintage Pikes Peak y la UTV/Exhibition Powersport.

El actual récord de la carrera lo detenta Sebastian Loeb, que en junio de 2013 alcanzó el récord absoluto de 8:13.878 en su Peugeot 208 T16 de 875 caballo, otro día para rememorar en la carrera y en la historia de la marca del león. El tiempo de Loeb rompió el récord anterior, que se había establecido en 2011. El récord actual de dos ruedas es de 2013, con una Kawasaki ZX-10R pilotada por el estadounidense Jeremy Toye, con un tiempo de 9:58.687.

EL PIKES PEAK ES ÚNICO

Pikes Peak tiene una larga lista de factores que lo convierten en un evento particularmente notable en el mundo del automovilismo. Una de las más grandes es la altitud en la que tiene lugar el evento, que tiene graves efectos en máquinas y pilotos. Debido a esto, el motor de combustión interna estándar pierde alrededor de un tercio de su potencia. Muchos competidores superan este revés con la instalación de un turbocompresor. Los corredores reciben menos oxígeno por su parte, lo que puede resultar en fatiga muscular y afectar las capacidades mentales en alrededor del 30 por ciento.

Otro desafío interesante de correr en Pikes Peak es la tarea de familiarizarse con los 156 giros del trazado, muchas de ellas tan parecidas que hace casi imposible memorizar exactamente el recorrido.

Para un evento de carreras que está lleno de precipicios al lado de cada curva, es sorprendente el hecho de que se hayan registrado sólo seis muertes hasta la fecha. Dos conductores, tres motociclistas y un comisario fueron las víctimas, con la más reciente en 2015, cuando Carl Sorensen se salió de un acantilado durante las sesiones de prácticas.

Este año podremos verlo en directo vía streaming gracias a Matchsports, que ya ha probado su sistema de cámaras para dar cobertura total al recorrido. El ganador absoluto del año anterior es Romain Dumas, con una barqueta Norma M20RD Limited, y este año anuncia un coche más radical todavía. Pero habrá que estar atento también al duelo entre el Faraday Future FF91 y el Tesla Model S P100D en la categoría de eléctricos.

El Pikes Peak International Hill Climb se ha convertido en un nombre común entre los amantes del automovilismo debido a sus características únicas y los diferentes tipos de vehículos. Por eso es atractivo para casi todos los amantes del automovilismo. Es uno de los pocos eventos que tiene algo para casi todos los fanáticos del automovilismo. La edición 101 será el 25 de junio de 2017, y nadie en su sano juicio cometería la insensatez de perderse una de las carreras más emocionantes del año.