En Italia lo fían todo al regreso de Ross Brawn

El próximo año se cumplirán diez años de la última corona de pilotos de Ferrari. Precisamente la que ganó Kimi Räikkönen aprovechando todos los embrollos habidos y por haber en McLaren.

Sin embargo, salvo milagro, parece que se estarán más de diez años sin corona. Todo los rumores que llegan de Maranello –Arrivabene en la picota y James Allison con los dos pies fuera- no son los idóneos para pensar en una revolución 2017. La solución a la crisis llegará tarde, especialmente en cuando hay un cambio profundo de reglamento en lo que a aerodinámica se refiere y a los nuevos neumáticos de medidas mucho más generosas. 

Unas reglas que Adrian Newey ya ha dicho que le gustan y ha predicho que con ellas las diferencias entre los equipos serán aún mayores. Y aunque Newey tiene su cabeza ahora compartida entre F1 y su espectacular supercar para Aston Martin, no cabe duda de que el genio británico tiene alguna solución milagrosa en la chistera.

Desengañémonos, desde 1997 el Mundial ha estado en manos de dos técnicos: Adrian Newey –en cuanto Gordon Murray le dejó la vía libre- y Ross Brawn. Sus 'peleas' han sido alucinantes y los trucos que se han sacado de la manga espectaculares. 

Es cierto que Ross lleva ya tres años alejado del circo, pero los actuales triunfos de Mercedes se deben al equipo técnico que él consiguió aglutinar.  Lo dijo el propio Paddy Lowe cuando el inicio espectacular de Mercedes en 2014: "Este resultado es el fruto de un gran trabajo de equipo, tanto de los hombres que trabajan en el chasis y aerodinámica como los que lo hacen con el motor. Me gustará rendir homenaje a Ross Brawn, que ha contribuido mucho a poner en su lugar los ingredientes necesarios para la victoria. Es justo reconocerlo ahora que no está ya con nosotros".

PERFILES OPUESTOS

Newey y Brawn, sin embargo, son dos técnicos de perfil absolutamente dispar. Casi opuestos. Tan opuestos que si colaboraran posiblemente nadie podría hacerles sombra.

Newey es el 'domador del viento', el hombre de las soluciones e ideas geniales… en ocasiones tanto que uno de sus McLaren no pudo llegar a debutar por las dificultades de ponerlo a puno o que en Red Bull tuvieron que ponerle a Geoff Willis de guardián para que no se pasara de frenada en sus innovaciones.

Brawn es un 'conductor de hombres', el que sabe extraer lo mejor de sí mismo a todos los ingenieros, el que sabe elegir lo mejor de las soluciones propuestas e imponer el equilibrio idóneo en cada área.

En Maranello saben que necesitan a Brawn. Poner orden en sus files es una prioridad. El desembarco de un nuevo 'gurú' británico en la Scuderia no garantiza el éxito si no sabe jugar bien las cartas intramuros, no sabe moverse entre italianos; no debemos olvidar que Maquiavelo era italiano.

Brawn conoce los entresijos de Maranello, a la mayor parte de los hombres. Y llega con la autoridad moral de sus ocho títulos mundiales de pilotos: dos con Benetton, cinco con Ferrari y uno con equipo propio. Y, si nos remontamos aún más atrás, con la mítica victoria Jaguar en Le Mans.

La incógnita primera a resolver es si Brawn se decidirá a abandonar la pesca por Maranello. Ross ya se postuló para volver en 2008 y recibió un 'cortés' "No gracias". Dejó a Mercedes encarrilada y dijo que había llegado el momento de dejarlo. Incluso ha declinado recientes ofertas para ocupar un puesto relevante al frente de la F1.

Desde que se fue, han pasado por Maranello técnicos de valor al frente del equipo. Comenzando por uno de la casa, Aldo Costa, posiblemente uno de los mejores proyectistas de la F1. Pero la dirección técnica es otra cosa. 

También se habla de James Key, pero parece complicado que acceda a ir a Maranello después de los ejemplos de Pat Fry y James Allison, y teniendo en cuenta que tiene muchos números de ser llamado por Red Bull para asegurar la sucesión de Newey.

Visto el panorama del mercado y teniendo en cuenta que cualquier técnico necesitaría de seis u ocho meses de 'hibernación' antes de llegar a Maranello, intentar la opción Brawn parece de una lógica meridiana. 

En Maranello no quieren esperar a 2019 para estar delante. Las urgencias históricas pesan y el fantasma de los 21 años sin títulos siembra el pánico entre todos. Y no está claro si la 'oferta' a Brawn es/sería por que asumiese la dirección técnica o bien la dirección completa de la Scuderia, algo que ya sabe lo que es de cuando fue propietario de equipo. Y en ese caso necesitaría un director técnico, importado o de la casa, como Simone Resta.