COCHES

CURIOSIDAD

Porsche 993 GT2 Evo 1995: Un gran desconocido

Sólo se construyeron 11 unidades del Porsche 993 GT2 Evo de competición

La unidad de Monterrey es fiel a su configuración de fábrica y sólo tiene 7.000 kilómetros

Fernando Sancho

0

12 Jul 2016 - 21:18

Dentro de la amplísima gama de vehículos que Porsche ha lanzado, quizá uno de los modelos más desapercibidos es el Porsche 993 GT2 Evo. Este coche pensado para la competición fue lanzado en 1995 a tenor del gran auge de los GT en la década de los 90, aunque a la postre sólo se construirían 11 unidades ya que su historia estuvo totalmente eclipsada por el demoledor McLaren F1 GTR.

El Porsche 993 GT2 nació a la sombra de modelos muy exitosos y como evolución directa del Porsche 964 con motor atmosférico de 3.8 litros. Esta versión equipaba el nuevo motor de 3.6 litros con doble turbo de la marca, un propulsor con demasiado que ofrecer como para quedarse estancado en la categoría GT2. Acto seguido, Porsche presentó el 993 GT2 Evo para competir en GT1, lo que le entregó pasos de rueda más grandes, un frontal más agresivo y un alerón mucho más notable.

Este salto de categorías provocó que sólo se construyeran once unidades del Porsche 993 GT2 Evo, toda vez que el Porsche 911 GT1 estaba siendo desarrollado de cara a 1996. A pesar de contar con 600 caballos, unos 150 más que la versión de calle, jamás pudo presentar oposición el McLaren F1 GTR durante la temporada de 1995. Esta discreta repercusión deportiva unida a su condición de modelo de transición provocó que el 993 GT2 Evo sea uno de los modelos más raros y desconocidos de Porsche.

No es de extrañar por todo lo contado que uno de estos once Porsche 993 GT2 Evo sea uno de los grandes atractivos de la Mecum's Monterrey Sale, una subasta que tendrá lugar el próximo mes de agosto. Esta unidad en concreto se mantiene con la configuración original de fábrica y cuenta con tan sólo 7.000 kilómetros, por lo que hay serias dudas sobre si esta unidad llegó a someterse al duro de la competición. Sea como fuera su estado de conservación es impecable y los coleccionistas poco más que se frotan las manos con su subasta.