Reino Unido se va de la UE: ¿Cómo afecta a la industria del automóvil?

Las consecuencias del 'Brexit' se pueden dividir en tres grandes grupos. Los primeros afectados son los propios fabricantes que verán como los costes industriales se elevan. En este aspecto, las inversiones realizadas por distintas marcas para fabricar sus vehículos en Reino Unido se verán respondidas por mayores problemas a la hora de exportar sus vehículos. Marcas como Nissan, Toyota u Honda tienen sus 'cuarteles generales' europeos en Reino Unido, lo que sin duda supone un duro revés para su estrategia comercial.

Es más que evidente que la salida de Reino Unido de la Unión Europea genera una gran incertidumbre a nivel de aranceles, exportaciones e importaciones. Como decimos, las marcas británicas y fabricantes que tienen sus factorías en Reino Unido tendrán mayores costes a la hora de exportar sus vehículos a España y el resto de países de la Unión Europea, lo que es un gran problema si tenemos en cuenta que el 75% de los 1,6 millones de coches fabricados en 2015 en Reino Unido fueron destinados a la exportación. 

De la misma forma, los fabricantes que deseen exportar sus vehículos a Reino Unido se encontrarán con el mismo problema. En este aspecto España es una de las grandes afectadas como segundo mayor fabricante de coches de Europa y así lo reflejan los datos de algunos de las marcas asentadas en nuestro país. A modo de ejemplo, la factoría de Opel en Figueruelas exporta vehículos (Corsa, Meriva y Mokka) a Reino Unido por valor de 693 millones de euros al año, lo que supone un 20% del volumen productivo de esta fábrica. 

El Brexit afectará a los fabricantes de coches y componentes y también al cliente final

Además, la caída de la cotización de la libra –hoy ya pierde un 10%- también será un impedimento a la hora de exportar ya no sólo vehículos, sino también maquinaria, material y componentes de automóviles. Otro punto a tener en cuenta serán las posibles modificaciones a nivel laboral que bien pueden afectar a los trabajadores extranjeros de las marcas en Reino Unido.

Sea como fuere, el gran afectado podría ser una vez más el consumidor. La tendencia en estos casos es que se acabe repercutiendo el coste del Brexit al usuario final y acabe pagando un precio mayor por su vehículo, a un lado y al otro de la Unión Europea. Al final, el 'Brexit' es de todos.