Crónica del GP de Alemania 2015

Partía desde la pole un Nico Rosberg que, empujado por la afición alemana, batió por tan solo unas milésimas a Lewis Hamilton en la Q3. A partir de la tercera posición, la lucha estaba más igualada que nunca: Vettel y Bottas partían desde la segunda fila, pero tanto sus respectivos compañeros como los pilotos de Red Bull y Force India tenían un ritmo muy similar. Cabe destacar la continua progresión de estos dos últimos equipos, que dieron otro paso adelante desde lo visto en Gran Bretaña para acercarse a esa lucha por el podio.

En esta ocasión, los Mercedes no fallaron en la salida y mantuvieron las dos primeras posiciones fácilmente. La sorpresa llegaba por parte de Massa, que tras una mala vuelta en Q3 (salía 6º) adelantó a Räikkönen y a Bottas en la salida, e hizo lo propio con Vettel en la primera llegada a la chicane NGK, ayudado por la velocidad punta del Williams.

Las posiciones de puntos tras el primer paso por línea de meta eran: Rosberg, Hamilton, Massa, Vettel, Bottas, Räikönen, Ricciardo, Hülkenberg, Kvyat, Pérez. Sin embargo, la carrera había sido neutralizada debido a un aparatoso accidente entre Ericsson y Button en la curva 3, sin mayores consecuencias que el abandono de ambos pilotos.

Al marcharse el coche de seguridad, Vettel conseguía recuperar de nuevo la tercera posición en una bonita lucha con Massa, que acabaría cediendo en la misma curva en la que Alonso le superó –toque incluido- en el año 2007. Fue el único cambio en el Top10 hasta la llegada de las paradas. A pesar de que PIrelli repitió la elección de 2013 para este circuito (blandos y medios), se esperaba de nuevo una carrera a una parada, por lo que los pasos por boxes iban a resultar determinantes.

El primero en entrar en boxes fue Pérez. Además, su parada fue la más rápida del Gran Premio (de nuevo Force India era el mejor equipo en este aspecto), lo que le sirvió para superar a Ricciardo, Hülkenberg y Kvyat de golpe, gracias a un undercut de libro. Poco después llegarían las paradas del grupo de los Williams y los Ferrari, que no alteraron el panorama de la tercera a la sexta posición. La sorpresa llegó instantes después: un error con la rueda trasera izquierda en la parada de Rosberg (algo muy inusual en Mercedes) le hacía perder más de cinco segundos.

La posición del alemán respecto a Vettel no estuvo en ningún momento en peligro, pero la polémica estaba servida: si Hamilton entraba en la vuelta siguiente y su parada salía bien, iba a adelantar a Rosberg. Pero esto no entraba en los planes de Toto Wolff, que en ningún caso quería que la victoria se decidiera por un error de este tipo. El problema para Mercedes era que Hamilton no podía seguir más en pista, ya que sus blandos no estaban rindiendo (solo quedaba él con estos neumáticos, el resto ya se los había quitado), y Vettel volaba sobre la pista con medios nuevos. Así que, para ahorrarse problemas, en Mercedes decidieron que Hamilton parara en esa vuelta, pero ordenaron a los mecánicos que la parada debía ser más lenta de lo normal. Hamiton salió de boxes justo detrás de Rosberg, de forma que el equipo se aseguró de dar las mismas oportunidades a sus dos pilotos. Sin embargo, como era de esperar, Hamilton no se podía creer lo que estaba viendo, y así se lo hacía saber inmediatamente a su ingeniero (no se puede incluir su conversación con Bonnington, ya que contiene una cuantas palabras malsonantes…).

En la vuelta 28 de 67 ya se habían completado todas las paradas, sin apenas cambios de posición. De ahí hasta la meta se mantendría el orden de los diez primeros, con la excepción de Pérez, que al haber parado antes acabó volviendo a ceder la posición respecto a Ricciardo y Hülkenberg, aunque resistió las acometidas de Kvyat. No solo apenas hubo adelantamientos, sino que tampoco hubo más abandonos, aparte de los de la primera vuelta (lo que hace que el GP de Alemania sea, hasta la fecha, la carrera con menos abandonos de la temporada, empatada con el GP de España).

Rosberg se llevaba la victoria por apenas tres segundos, aunque sin sentir en ningún momento la amenaza de Hamilton. De esta forma, el alemán respondió a la victoria en casa de Hamilton haciendo lo propio, y colocándose de nuevo a solo 10 puntos en el Mundial. El podio de Vettel ya es el séptimo en diez carreras, y probablemente el más luchado, ya que tanto Massa como Bottas se mantuvieron cerca de su alerón trasero hasta la bandera a cuadros, lo que confirma el paso delante de Williams. Por detrás, cabe destacar que, tras cuatro abandonos consecutivos, el McLaren-Honda de Alonso vio la bandera a cuadros por segunda vez en 15 días, batiendo en meta al Sauber de Nasr y a los Manor.

Si alguien a estas alturas del artículo todavía está sorprendido, tranquilo, que no se te ha pasado por alto ninguna carrera de Fórmula 1. Esto es solo un ejemplo de lo que podría haber sucedido el próximo domingo si el planeado Gran Premio de Alemania se hubiera mantenido en el calendario. Aunque, obviamente, las posibilidades de que la carrera hubiera sido similar a esta son casi nulas.

Algunos se empeñan en privarnos de los Grandes Premios más tradicionales y emblemáticos de la temporada. Pero, en cambio, no tienen reparos en llevar el Gran Premio de Europa a Bakú. Irían incluso a Kiribati (precioso archipiélago en el Océano Pacífico) si el dinero lo reclamara. Sin embargo, hay cosas de las que nunca nos podrán privar: la imaginación y la pasión por el motor.