La columna de Alex Palou: Banderas y decepciones

En los entrenamientos libres del viernes hicimos sextos y gastamos un único juego de neumáticos. De hecho, estuvimos segundos hasta que el resto usaron otro juego de gomas, pero nosotros decidimos guardarlo para la carrera. El sábado lo hicimos bastante bien en la clasificación, aunque podríamos haberlo hecho un poco mejor: terminamos cuartos y eso nos daba muchas opciones de pisar el podio, sobre todo porque teníamos ese juego nuevo de neumáticos. Mis expectativas se cumplieron hasta la 'Qualy' y las cosas iban como esperábamos, pero sabíamos que todo podía cambiar. Y al final fue así.

El error en la salida de la carrera del sábado fue mío. La salida fue muy mal, fue mi culpa. Es una cuestión de experiencia, no hay más que eso. Luego en carrera resultó muy difícil adelantar, pero forzamos demasiado cuando íbamos octavos y al final nos quedamos sin neumáticos.

Después de la carrera nos reunimos con todo el equipo para analizar la situación hasta tenerlo todo claro, pero el domingo hicimos otra mala salida. Esta vez fue por un fallo en el embrague. Por eso me quedé parado cuando se apagaron los semáforos de la parrilla. Lo de ayer fue más frustrante, sobre todo por toda la gente que había venido al Circuit. Varios familiares y amigos se habían concentrado en la zona del estadio con banderas para animarme. También habían venido patrocinadores. Habían venido pronto para verme y me hacía mucha ilusión.

Ahora todavía tenemos un mes y algo más antes de la próxima carrera, que será en Austria. Ayer repasamos en el mismo circuito qué es lo que había fallado exactamente e hicimos una lista de todos los errores que hemos cometido. Analizaremos el por qué de esos fallos y ahora nos empezaremos a preparar para la carrera de Austria de la mejor forma posible. Aprovecharemos estas semanas que faltan para trabajar.