El fracaso absoluto de la empresa que buscó el robotaxi antes que Tesla: Cruise ya es historia

General Motors ha anunciado que cerrará su división de Cruise, que contaba con cerca de 2.300 empleados y unos 2.000 millones de dólares por año de presupuesto. Se producirá una reestructuración y parte de la plantilla encontrará acomodo en el departamento de desarrollo de GM, donde contribuirá al perfeccionamiento de asistentes a la conducción para los coches del grupo. El robotaxi queda aparcado definitivamente.

UN SUEÑO QUE FRACASÓ CUANDO EMPEZARON LAS PRUEBAS PÚBLICAS

Cruise presentó su taxi autónomo, el Origin, en enero de 2020. A finales de ese mismo año presentó una petición a las autoridades pertinentes para poder circular con él por las carreteras y en septiembre de 2021 obtuvieron luz verde del estado de California, que fue donde se llevó a cabo el primer gran despliegue de vehículos.

Aquellos primeros robotaxis requerían de la presencia de un humano detrás del volante para comprobar que todo iba bien, pero Cruise dio el siguiente paso en junio de 2022 cuando presentó una petición para desplegar un coche completamente autónomo, aunque luego se vio que la tecnología no era del todo perfecto. Pronto se empezaron a acumular las críticas.

En agosto de 2023, un peatón que cruzó un paso de cebra con el semáforo en rojo fue atropellado por un Cruise. El robotaxi tenía el semáforo en verde, pero fue incapaz de detectar que había una personae n su camino. El hombre tuvo que ser trasladado a un hospital para recibir atención médica.

En octubre, una mujer resultó herida de gravedad en un incidente en el que estuvo implicado un Cruise. Otro vehículo la atropelló y la mujer cayó justo delante de un robotaxi. Éste no la detectó, por lo que siguió su marcha como si no hubiera ocurrido nada. La persona quedó atrapada en los bajos del coche y fue arrastrada durante varios metros.

Estos incidentes hicieron que Cruise perdiera sus permisos de circulación, al considerarse que sus vehículos podían suponer un peligro en potencia. La noticia vino acompañada de la dimisión del consejero delegado.

Un año después de todo aquello, General Motors ha confirmado que no está dispuesta a mantener su apuesta por el robotaxi y que, en consecuencia, tira la toalla.

Cruise no desaparecerá, pero se integrará en el seno de la estructura de General Motors. Su razón de ser cambiará: el foco ya no estará en la creación de un negocio de robotaxis, sino en la conducción autónoma y las asistencias a la conducción de los coches de GM.

¿LO CONSEGUIRÁ TESLA?

Cruise ha fracasado, aunque para siempre podrá presumir de que llegó a tener una flota de casi 600 robotaxis desplegados en la ciudad de San Francisco. Ahora la gran pregunta es si Tesla correrá la misma suerte o si su tecnología será verdaderamente efectiva.

El taxi autónomo de Tesla llegará antes de 2027 y costará menos de 30.000 dólares, según las primeras previsiones de la marca de Elon Musk. No sería extraño que la fecha de lanzamiento real se acabe retrasando un poco.

El precedente de Cruise invita a pensar que el robotaxi de Tesla también será sometido a un gran escrutinio por parte de las autoridades, como no podría ser de ningún otro modo. Musk confía en que la tecnología está a la vuelta de la esquina, pero no está tan claro.