Lotus confirma el desastre del coche eléctrico y volverá a apostar por la gasolina tras decir que no lo haría

En su momento, Lotus dijo que el Emira era “una última celebración del motor de gasolina antes de abrazar completamente la electrificación y una nueva era para la marca”. Pero la realidad es tozuda y el mercado no ha evolucionado como esperaba todo el mundo, por lo que ahora ya tienen claro que obcecarse en esta estrategia podría ser una receta para el desastre. Por eso, tres años después del lanzamiento de este deportivo, ahora hablan abiertamente de que cambiarán de planes.

El consejero delegado de la marca, Feng Qinfgeng, ha dicho que “en Lotus siempre hemos escogido la mejor tecnología motriz disponible, independientemente de si es gasolina sin electrificación, eléctrico, híbrido o autonomía extendida”. Lo ha hecho en declaraciones al Wall Street Journal. Y el futuro de la marca pasa por poner la electrificación al servicio del rendimiento, a imagen y semejanza de lo que han hecho otras tantas firmas en los últimos años.

La estrategia pasa por hacer una mecánica híbrida enchufable con un sistema de 900 voltios para asegurar una carga verdaderamente ultrarrápida. Para asegurarse de que el coche no se queda sin batería –algo común en los PHEV, en caso de que la gestión de la energía no sea la óptima–, una de sus prioridades será conseguir que el motor de gasolina pueda cargar la batería con mucha más rapidez que en el resto de vehículos del segmento.

De momento, sin embargo, aún no se sabe cuándo llegaría esta tecnología a la carretera ni qué vehículos la recibirían. A día de hoy, sin embargo, un coche de estas características sería especialmente atractivo para el mercado europeo porque los híbridos enchufables quedan exentos de los aranceles impuestos a los eléctricos chinos. Si en el futuro eso seguirá así o si la Unión Europea maniobrará en cuanto crezca la popularidad de los PHEV, eso ya es un misterio.