El coche que permite montar un motor térmico o uno eléctrico según el día existe, y se llama HF-11

Habrá quién diga que para tener lo mejor de un térmico y de un eléctrico están los híbridos enchufables. Pero no, hoy no van por ahí los tiros. Hoy toca hablar de los gemelos Bridan, fundadores de Oilstainlab. Su filosofía es clara: o lo uno o lo otro… pero sin tener que recurrir a tener dos coches ni a cargar con el peso extra del sistema híbrido.

A ellos les van las soluciones arriesgadas, locas, diferentes, como demostraron el Half-11, así que para el HF-11 –nada que ver con las míticas siglas HF de las versiones deportivas de modelos Lancia– han rizado el rizo: puedes cambiar el motor. Sacas el eléctrico y pones el térmico.

Una solución mágica que seguramente firmaría el mismísimo Harry Potter. Es cierto que requiere un garaje y el utillaje para poder hacer el cambio rápido entre las dos motorizaciones. Pero seguramente esto no será un impedimento para los que aspiran a disponer de alguno de los 25 ejemplares que los hermanos aspiran a vender a un precio de 2,35 millones de dólares… ¡el capricho! Bueno, si quieres ahorrar tienes la posibilidad de renunciar al motor eléctrico y te queda 'medio kilo' para otras 'chuches'.

¿Locura? Es posible, pero después de todo para solucionar los problemas de recarga de los eléctricos se pensó en su día en estaciones de cambio de baterías, una idea que incluso se intentó poner en marcha… o se pensó en otra también loca: cambiar el electrolito líquido de las baterías agotado por otro en perfecto estado de revista.

De hecho, se cambia el subchasis trasero al completo, con la motorización incluida. Algo que hizo Audi en Le Mans de 1990 y en lo que se inspiraron los hermanos. ¿Evolución del Half-11? Bueno, este era un homenaje a la era analógica y a Porsche –me imagino sobre todo al 908/3–, pero con un motor de V8 de Corvette. El HF-11 quiere ser la esperanza del futuro… con un guiño al pasado.

Si los médicos señalan que la obesidad, infantil y de los 'niños más mayores' es un problema cada vez más importante para la salud, los Bridan señalan que lo mismo sucede con los automóviles. En ese sentido se alinean con los grandes, como Colin Chapman, el creador de Lotus, que sostenía que las sensaciones no las daba un gran motor sino el ser ligero... algo que también suscriben, seguro, Gordon Murray y Adrian Newey. El HF-11 pesa sólo 910 kilos. Pero si he citado a Chapman es porque el estilo me recuerda mucho el Lotus Elise GT1. Mucho más a éste que a cualquier Porsche, aunque hay algunos guiños a estos. Me gustan estos trazos limpios, continuos, suavemente curvados que dan a la vez imagen de dinamismo y fluidez frente a la 'agresividad' y 'fuerza bruta' de otros deportivos.

Esta es sólo la primera parte del 'secreto' del HF-11. La segunda, la más importante sin duda, el tren motriz 'Thunder-Volt'. Puedes elegir eléctrico o térmico y cambiar muy rápido de uno a otro. Todo tiene un aura de secreto, porque de momento es una idea y las fotos son de simples render.

El térmico es un motor central, un bóxer de seis cilindros atmosférico de 650 caballos a 12.000 revoluciones por minuto… música de órgano para un petrolhead. Puede recordarnos a un Porsche 'Flat-6', pero la cilindrada es más elevada, 4.6 litros y está construido por un proveedor externo. Puede parecer una potencia 'modesta' en estos momentos en los que 1.000 o 1.200 caballos son casi 'una obligación'. Pero hay un detalle claro: la relación peso/potencia puede ser incluso mejor. El motor térmico puede ir acompañado de un cambio secuencial semiautomático de siete velocidades… ¡o de uno manual de seis!

Por el momento no hay datos sobre el motor eléctrico –se supone que de potencia similar–, ni de la capacidad de las baterías.

Es un coche compacto, sólo 4,33 metros de longitud, pero muy ancho, 2,05 metros. Su altura, 1,12 metros, contribuye a dar imagen de fluidez. Las soluciones técnicas son vanguardistas y se ha recurrido a proveedores sumamente reconocidos. Por ejemplo, la célula central debe ser de fibra de carbono; el proveedor es el mismo que hizo las carrocerías del Ford GT. Los chasis auxiliares son de acero de alra resistencia y los paneles de carrocería en composite.

Las suspensiones son tipo competición, con varias de empuje y amortiguadores ajustables Öhlins, personalizado. Dirección con asistencia eléctrica variable y frenos obviamente de competición. Detalle, el volante es extraíble, como los de carreras, para facilitar acceso y salida.

El cliente no tiene que renunciar a un cierto confort, el aire acondicionado está disponible… pero incluso hoy en día algunos coches de competición ofrecen este sistema porque está legislado por la FIA para que no se superen ciertos umbrales de temperatura en el cockpit.

La intención es fabricar el coche... si hay pedidos suficientes. Para estimular la 'demanda' los 11 primeros compradores tendrán acceso a la 'tarjeta' de 'Maniacs', maniacos que colaborarán con la marca para la puesta a punto y pruebas del coche.