Padre 'motard', hijo piloto de Fórmula 1: un caso nada frecuente

Jack siempre apostó por las cuatro ruedas, quizás influido por el grave accidente de su padre en un GP que le ha dejado secuelas en ambas piernas, que se fracturó gravemente.

Un detalle, Mick no corrió nunca en F1, pero si ha pilotado un F1. Fue en Barcelona, en el ya lejano 1998, cinco años antes del nacimiento de Jack. Fue un evento ‘publicitario’, claro. Mike tuvo ocasión de pilotar el Williams FW19 Renault de Jacques Villeneuve, con el que el canadiense había sido campeón del mundo del pasado año. Un acto orquestado por la firma tabaquera Winfield, a la sazón vinculada a Rothmans, ex patrocinadora de Williams y patrocinadora de Honda en dos ruedas.

Mick realizaría después algún pinito en los Supercars australianos, pero sin ánimo realmente competitivo. El pasado año Jack probó un Supercar… endosando el mono que hacia unos años  había llevado su padre.

Doohan logró dar 15 vueltas al trazado antes de efectuar un trompo. “He fallado una marcha y al acelerar el coche se ha ido, He quedado acelerar como hacemos en las motos y ha sido peor. Pese al susto ha sido una experiencia fantástica… pero debo reconocer que en todo momento el coche me ha llevado a mí”, dijo sincero. Su crono fue 1’41”… a 20 segundos del último tiempo de parrilla del GP de España de 1997 y a 25 de la Pole de Jacques.

Al día siguiente llegó el turno de Tommi Makinen, el campeón del mundo de rallies, que llegó justo de acabar el Rally Catalunya del Mundial el día anterior, donde había sido tercero. Makinen no tuvo mejor suerte, sino lo contrario: se estrelló a 280 kilómetros/hora “tras confundir el cambio con el de mi Mitsubishi!.

Este tipo de test no han sido extraños, siempre han despertado la atención. A lo largo de la historia han sido varios los ‘motards’ relevantes que han probado un F1. Valentino Rossi, Marc Márquez, Max Biaggi, Jorge Lorenzo, Giacomo Agostini etc. Sólo Rossi ha dado el salto serio al automovilismo pero en GT, pese a los numerosos test que hizo con Ferrari. Los del Cavallino valoraron seriamente si darle una opción. Bueno, Agostini lo intentó bastante en serio, pero no lo logró.

Hijos de padre ‘motard’ no ha habido muchos obviamente. Son una rareza. El caso más reciente, el de Jaime Alguersuari, cuyo padre, Jaime Sr,, había sido piloto del Mundial, oficial de Derbi en 50 centímetros cúblicos, campeón de España y asimismo Campeón de Europa de Resistencia.

Y pudo haberlo sido Johnny Cecotto Jr, hijo del campeón del mundo de 350 cc Johnny Cecotto. Pero es un poco diferente ya que Johnny padre fue piloto de F1, disputó dos temporadas completas y un 6º fue su mejor resultado. Johnny Jr. Fue competitivo en F2 y tuvo derecho a algunos test de F1, pero no logró dar el salto.

Quizás pudo hacerlo Henry Surtees, hijo de John Surtees, pero falleció en una carrera de F2 -categoría entonces equiparable a la F3-  en Gran Bretaña, cuando la rueda desprendida de otro monoplaza accidentado le golpeó la cabeza. Su legado ha sido el Halo.

En la historia de la F1 hay muchos pilotos que son ‘figlio d’arte’, hijos de ex pilotos. En la parrilla actual tenemos a Max Verstappen o Kevin Magnussen, o recientemente el caso de Mick Schunnacher.  Incluso los hay que tanto padre como hijo han sido campeones del mundo de F1: los Hill, los Rosberg. 

Y está, claro, el caso de Carlos Sainz cuyo padre, Carlos ‘Senior’, fue campeón del Mundo… pero en rallies, antes de convertirse en ganador del Dakar.

Es cierto, ha habido más pilotos de F1 que comenzaron en las motos. Eso era muy normal en los tiempos de los pioneros -Ascari, Taruffi, etc- más complicado después, y que sus padres habían asimismo corrido comenzando por las motos. Pero eso sucedió en otros tiempos. Incluso el mítico Tazio Nuvolari compitió en motos. Y otros casi sorprendentes, Damon Hill o Jacky Ickx, que comenzaron…. ¡en trial!.