El impulso de Williams para salir de los 'infiernos'

La llegada de Carlos Sainz no deja de ser una muestra de la ilusión y la motivación de Williams por recuperar lo que fueron hace años. Una vez fue un gigante de la F1, que ha recorrido ahora un camino cargado de altibajos y momentos difíciles. Desde esa gloria, en los 80 y parte de los 90, hasta la alianza y posterior separación con BMW.

La reestructuración y vuelta a empezar del equipo de Grove, ahora con nuevos líderes y una visión renovada, deja el futuro en sus propias manos. Pero la historia debe empezar a contarse desde el principio.

DOMINIO EN LOS 80 Y 90

Entre los años 80 y 90, Williams se consolidó como uno de los equipos dominantes en la F1. La visión de Frank Williams y la ingeniería de Patrick Head fueron el punto de partida para cosechar nueve campeonatos mundiales en Constructores, y siete de pilotos. Los mejores talentos querían pertenecer a la estructura. Nigel Mansell, Alain Prost, y Ayrton Senna se vieron seducidos por el proyecto. Por aquel entonces, la escudería era sinónimo de excelencia. 

Precisamente en estos años se enmarca la presencia de Adrian Newey en el equipo. A principios de los 90, su asociación con Head dio frutos. En 1991, con el FW14, no consiguieron el título, pero sí en 1992, con Mansell. Ese fue el primer mundial de Constructores para el diseñador británico. Algo que repetiría un año después. 

ASOCIACIÓN CON BMW EN LOS 2000

El cambio de milenio llegó con la alianza entre Williams y BMW. Un binomio que prometía la vuelta del equipo británico a la cima. Sirvió de aire fresco y renovación para el equipo, con pilotos como Juan Pablo Montoya y Ralf Schumacher, sin ir más lejos. Volvieron a luchar por campeonatos. Su debut fue con el FW22, y en tan sólo un año, empezaron a competir por la victoria... pero el título se resistió. El dominio de Michael Schumacher se lo impidió. 

DESCALABRO TRAS LA MARCHA DE BMW

La alianza entre BMW y Williams llegó a su fin en 2005, momento en el que las dificultades volvieron a hacer acto de presencia. Sin el respaldo técnico y financiero del gigante alemán, la lucha ya no estaba en ganar... sino en ser competitivos. Ya no tenían detrás un motor tan fuerte, y los desafíos, ya en clave económica, resintieron el rendimiento en pista. 

MOTOR MERCEDES EN 2014: BROTES VERDES

La llegada de Mercedes puso fin a esa caída. La introducción de su motor, unido al patrocinio de Martini, fueron la clave, llegados a este punto. Sin ir más lejos, fueron terceros en Constructores, con 320 puntos gracias al FW36, pilotado por Felipe Massa y Valtteri Bottas.

ÚLTIMOS EN EL CAMPEONATO

Pero fue algo efímero. A pesar de seguir manteniendo la unidad de potencia, con la fiabilidad que eso supone, poco a poco fueron cayendo. En 2016 y 2017 firmó un quinto puesto en Constructores, para caer al décimo en los siguientes tres años. Se habían consolidado en la zona baja de la clasificación. 

De hecho, en 2018, con la llegada de Lance Stroll y Sergey Sirotkin, el equipo sufrió su peor temporada en décadas. Último, y con tan sólo siete puntos en su casillero, se vio todavía más afectado por la pérdida de patrocinadores importantes. 

Y, apenas unos meses después, ni siquiera pudieron presentar el coche para el primer día de pretemporada. Pudieron renovar, eso sí, su alineación: Robert Kubica y George Russell se pusieron a los mandos. Pero tampoco pudieron evitar que el rendimiento fuese aún deficiente, y acabaron décimos otra vez, aunque sólo con un punto. 

VENTA A DORILTON CAPITAL

Quizás uno de los puntos más importantes de Williams Racing se produjo, precisamente, en 2020. Después de 43 años al frente, la familia Williams decidió vender el equipo a Dorilton Capital. Habían sido muchas décadas de control familiar, y el cambio marcó el fin de una era. Tras ver bandera de cuadros en Monza, esa misma temporada, dijeron adiós. Algo que ya había avisado previamente Claire Williams y que sirvió casi como un antes y un después para la F1. 

La venta, no obstante, fue un rayo de esperanza para el equipo. La renovación, tras tantos años complicados, apuntaba a ser necesaria. 

CAPITO Y VOWLES, ¿AL RESCATE?

Bajo la dirección de Jost Capito, Williams comenzó a mostrar signos de recuperación en 2021. George Russell realizó actuaciones milagrosas, y junto con Nicholas Latifi, consiguieron un total de 23 puntos. Ya no eran últimos, pues habían conseguido escalar hasta la octava posición en Constructores. 

Un año después, 2022, llegó Alex Albon al equipo... y también las peores pesadillas. De nuevo fueron últimos, con tan sólo ocho puntos. 

Una historia que, con la llegada de James Vowles como jefe de equipo, tienen el objetivo de reescribir de cara al futuro. El exdirector de estrategia de Mercedes, trajo nueva esperanza y dirección. Williams logró mejorar su posición, alcanzando el séptimo lugar con 28 puntos ya en 2023. 

2024: AÑO DE TROPIEZOS Y TRANSFORMACIÓN

Esta temporada ha sido un periodo casi de transición y desafíos para Williams. Aunque el equipo ha mostrado intenciones claras de regenerar su estructura y procesos, la carencia de un tercer chasis tras el accidente de Alex Albon en Australia no dejó de ser llamativa. A pesar de estos tropiezos, la dirección apunta a una renovación profunda, con cambios estratégicos que buscan devolver a Williams a su antigua gloria.