¿Te imaginas a Horner apoyando a los Mercedes?

No es un sentimiento, si el frío estudio de los números. Con un Sergio Pérez que ni está ni se le espera, Mercedes y sus dos pilotos son la menor amenaza en estos momentos para las huestes de Horner, el arma que puede restar a Ferrari o McLaren  unos puntos preciosos en la ambición de estos por alcanzar al menos.

Si nos dejamos llevar por los últimos Grandes Premios, Mercedes debería llegar a Hungaroring como favorita. Han ganado los dos últimos grandes premios cuando parecía que ni estaban ni se les esperaba. Mientras, McLaren y Red Bull parecen ir a la par, no demasiado lejos de Mercedes en los dos GP, incluso pudieron ganarlos de no fallar algún detalle.

Pero a Hungaroring le llaman “el Mónaco permanente’. Es más rápido, bastante más, que Mónaco o Singapur, pero es más lento que cualquier otro circuito del calendario, con la pole del pasado año apenas sobre los 200 kilómetros/hora de media, 205 para ser exactos.

Y en Mónaco este año, Ferrari arrasó. Victoria de Charles Leclerc y tercer puesto de Carlos Sainz, con Oscar Piastri insertando entre ambos tanto en clasificación como en carrera,

Ferrari se encomienda a la ‘Madonna’ ante este próximo Gran Premio, sabedores de que una nueva victoria traería algo de tranquilidad al equipo, necesitado de ella. Y apuntalaría el segundo puesto en el Campeonato de Constructores.

En Mónaco, los rojos llevaron el ‘pack’ aerodinámico -el suelo al menos- de Imola, el que por el momento les da mejores resultados. Pero están tentados de utilizar el ‘piso’ estrenado en Barcelona, que les da más carga a costa de tener mayor rebote, ‘bouncing’ o ‘porpoising’, como quieran llamarlo. Pero este efecto podría estar muy mitigado por el ‘layout’ de Hungría, cuyas curvas son mayoritariamente lentas, incluso muy lentas. 

Hay que reconocer que el campeonato se ha puesto tremendamente interesante. Hemos tenido seis pilotos, de cuatro equipos que han logrado la victoria (Verstappen, Sainz, Leclerc, Norris, Russell y Hamilton) y un séptimo piloto, Piastri, cuya primera victoria está al caer.

De cara a Hungría, está claro que Red Bull es competitivo en cualquier lugar. Que Ferrari va bien en curvas lentas. Que Mercedes ha sacado partido de las curvas rápidas de los dos últimos circuitos. Y que McLaren es competitivo en cualquier lugar.

Está claro que los pronósticos son arriesgados y complicados, no hay nada claro hasta que los ensayos confirmen que Mercedes también ha mejorado en curva lenta. Que Ferrari conserva su aptitud en esta tipo de circuitos.

El morbo de la batalla en cabeza, no debería sin embargo hacerlos olvidar la pugna detrás, donde Aston Martin tiene ventaja pero parece un tanto errática a la espera de dar con los males de su coche actual. Por el contrario, Haas querrá confirmar su buen momento, RB necesita algo más que el pírrico punto de Silverstone, y Alpine espera que la montaña rusa de sus actuaciones les pille esta vez en la cresta. Williams, a verlas venir y Sauber, ni está ni se le espera; los de Hinwil tienen circuitos en los que van mal y otros en los que van menos mal, pero no parecen ir de forma aceptable en ningún lado.

Para todos estos, el problema principal es que sólo hay dos plazas de puntos, Las ocho primeras parecen otorgadas de antemano, salvo sorpresa, a los pilotos de los cuatro equipos de cabeza. No es la situación ideal. 

Pero quizás si tiene oportunidad de sorprender, es aquí. De la casi victoria de Damon Hill con Arrows a la victoria de Esteban Ocon y Alpine hace un par de años, pasado por el primer triunfo de Alonso, el de Button con Honda o antes el de Boutsen con Williams, o el de Kovalainen con McLaren. Por citar las sorpresas más sonadas.

Hay, sin embargo, un condicionante. Pirelli trae los tres compuestos más blandos a un trazado donde se esperan temperaturas elevadísimas, del orden de los 33-34 grados en domingo durante la carrera -algo más suaves el sábado- y ello representará un quebradero de cabeza para todos. Gestionar la degradación de las gomas no será nada sencillo.