Cupra Formentor: cambios de calado en el SUV coupé del momento

El nuevo microhíbrido cuesta 35.900 euros con los descuentos actuales, mientras que el híbrido enchufable debuta desde 56.180 euros y puede acceder a un máximo de 7.000 euros de descuento en el Plan Moves. Quedan todavía por confirmar los precios del resto de la gama, que hasta ahora arrancaban en unos 31.500 euros para el gasolina de 150 caballos con etiqueta C.

Cupra ha renovado el Formentor cuando se cumplen cuatro años de su lanzamiento. Ya se pueden hacer pedidos del microhíbrido y el híbrido enchufable de 272 caballos de potencia, y las primeras entregas serán después del verano. El restyling es comedido en el interior, pero que trae consigo cambios sustanciales en el diseño exterior y también en las motorizaciones.

El cambio más obvio está en el frontal, donde desaparece la parrilla central de estética Seat y en su lugar se introduce un morro con forma de nariz de tiburón. Crece exponencialmente la parrilla inferior y se introducen por primera vez los faros matriciales, que hasta ahora no estaban disponibles. En la zaga, el emblema de la marca pasa a estar iluminado y completamente integrado en los grupos ópticos.

En el interior, la novedad es la pantalla central. Crece ligeramente y ahora tiene 12,9 pulgadas, cuando antes era de 12,0. El Formentor original también ofrecía una más pequeña –10 pulgadas– para las versiones de acceso, pero lo cierto es que las dos versiones que están a la venta en la actualidad recurren a la de 12,9. Por todo lo demás, más allá de un cambio en el acabado del salpicadero y la opción de introducir un equipo de sonido premium Sennheiser, el interior se mantiene básicamente inalterado.

MÁS OPCIONES EN LOS MOTORES, MÁS POTENCIA, HÍBRIDOS ENCHUFABLES MÁS CAPACES

Es bien sabido que existen Cupra Formentor con más de 300 caballos de potencia, pero gran parte del éxito de este modelo se debe al hecho de que existe una amplísima variedad de motorizaciones. Esto es lo que le permite tener un rango de precios muy amplio y, por ende, convertirse en un modelo generalista a la par que aspiracional.

La novedad del restyling es la introducción de la microhibridación. Se construye a partir del bloque de cuatro cilindros, 1.5 litros y 150 caballos de potencia que antes daba pie al coche de acceso, con Etiqueta C. Ahora se lo dota de un sistema de 48 voltios y de cambio automático, y el resultado es el primer Formentor microhíbrido de la historia.

El bloque de gasolina de 150 caballos con etiqueta C sigue estando disponible, pero con el restyling ha perdido el cambio de marchas automático. De hecho, se trata del único Formentor con cambio únicamente manual. El resto son cambios DSG, aunque siempre con levas detrás del volante para un control absoluto. Consume 6,8 litros a los 100, lejos de los 5,8 del MHEV.

Las otras opciones de gasolina con etiqueta C son un cuatro cilindros de 2.0 litros y 204 caballos de potencia, y luego dos opciones VZ que ganan potencia. Si antes del restyling tenían 245 y 310 caballos, ahora tienen 265 y 333. Y la de 333 gana, además, un control selectivo de par para el eje trasero, un Modo Drift y un Modo Circuito con un ajuste específico del volante y la dirección, así como frenos Akebono y escapes Akrapovic como opción.

En Diesel, la oferta se compone única y exclusivamente de un motor de 2.0 litros de 150 caballos. Ésta era tradicionalmente la opción más razonable en materia de consumo, porque apenas gasta 5,7 litros a los 100. Sin embargo, ahora el microhíbrido se ha convertido en una alternativa más que razonable dado que acredita apenas 5,8 y da acceso a una etiqueta medioambiental superior. Completan la gama los híbridos enchufables, que pasan de 204 y 245 caballos a 204 y 272 caballos. Aquí la gran novedad es la batería, cuya capacidad crece de 13,0 a 19,7 kilovatios hora. Esto permite que su autonomía pase a su vez de unos 55 kilómetros eléctricos a cifras cercanas a los 125. Además, la carga también se ha mejorado y ahora la corriente alterna es de 11 kilovatios –antes 3,4–. La corriente continua, 50 kilovatios.

AL VOLANTE DEL FORMENTOR

El Cupra Formentor es un icono y un objeto de deseo. Su agresivo diseño exterior lo ha convertido en un favorito de las masas y el nuevo restyling percute en el componente aspiracional con un detalle aparentemente menor: integrar el emblema de Cupra directamente en las luces traseras. Esto implica que siempre esté iluminado, incluso con las luces diurnas, de tal modo que todo el mundo tiene claro que estás al volante de un Formentor. Un plus de vanidad que lo distingue del resto de coches de la carretera.

Lo primero que uno nota al subirse al Formentor es la firmeza de la sujeción de sus asientos tipo bucket. Es perceptible tanto en la espalda como en las piernas, y eso es singular en un SUV coupé. Su posición de conducción es elevada, pero la visión del capó es excelente y su altura es relativamente baja para un coche de este segmento. Después de todo, su altura –1,52 metros– es más baja que la de rivales como el Mazda CX-30 –1,54–, el BMW X2 –1,57– o el Audi Q3 –1,60– y eso proporciona una mayor conexión con la carretera.

En la carretera, el modo de conducción Comfort permite una conducción sosegada, mientras que Sport y Cupra agudizan progresivamente la respuesta del acelerador, el cambio y la dirección para un tacto más directo y una respuesta más inmediata. El ruido también cambia inmediatamente. Incluso en las versiones híbridas enchufables, que pueden disfrutar de más de 100 kilómetros de autonomía, la reacción del tren motriz es atronadora. Todo se controla desde un botón situado en el extremo inferior izquierdo del volante, de tal modo que es posible oscilar entre los diferentes modos sin quitar las manos ni apartar siquiera la vista de la carretera. Otra mención positiva del volante es la facilidad con la que permite desactivar las diferentes asistencias a la conducción y avisos acústicos.

La personalidad y comportamiento del Formentor cambia en gran medida en función de su motorización, dado que no es lo mismo un coche de 150 caballos de que uno de 333 con frenos específicos y control selectivo de par. Aun así, el aura de las variantes más prestacionales consigue impregnar con éxito las versiones de acceso, de tal modo que incluso éstas son deseables a ojos del consumidor.

Incluso en las variantes más caras, su precio es más comedido que el de algunos rivales. Uno es el Mercedes-AMG GLA 45 S 4Matic+, que lo supera en potencia –tiene 420 caballos–¸pero también es significativamente más caro. Cuesta cerca de 90.000 euros, cuando el Formentor de 310 caballos –pre-restyling– está en menos de 52.000 euros. El nuevo de 333 aún no tiene precio, pero el incremento no será tan dramático.

El Cupra Formentor es un coche con aura. Es un SUV coupé de estética deportiva, con motores y chasis que respaldan esa pretensión. Al mismo tiempo, sin embargo, la existencia de opciones de 150 caballos permite disfrutar de variantes más domesticadas que no renuncian a la singularidad de su diseño exterior. Aquellos que quieran ir rápido, sin embargo, se divertirán. Y aquellos que busquen una conexión aún superior en la carretera harán bien en probar el Cupra León, que, aunque supone el salto a un segmento distinto, ofrece la experiencia ágil y reactiva que cabría esperar de un vehículo más pequeño y compacto.