El fantasma de la bancarrota vuelve a planear sobre Fisker

Fisker ha anunciado que suspende la producción de su Ocean durante las seis próximas semanas y que, durante este tiempo, se centrará en emitir bonos convertibles por valor de 150 millones de dólares para ganar liquidez. Todo deriva del impago de un interés por parte de la marca automovilística.

En 2023, Fisker produjo 10.142 coches y entregó unas 4.700 unidades gracias al inicio de la comercialización del Ocean, un SUV de 630 kilómetros de autonomía que ha sido muy criticado por problemas de software que desde Fisker aseguran que solucionarán con el paso del tiempo. En España, tiene un coste de 41.900 euros.

Fisker no tiene una fábrica propia, sino que tiene un contrato de producción con Magna para que ésta use su mano de obra para ensamblar los Ocean en una factoría de Austria. En el último mes y medio, han salido de la cadena de montaje un millar de vehículos. Ahora, sin embargo, la actividad se ha suspendido y no se reanudará aproximadamente hasta mayo.

Según información de la agencia Reuters, el motivo es que Fisker no ha completado el pago de 8,4 millones de dólares en intereses en relación a unos bonos convertibles de 2026. Fisker tenía liquidez suficiente, unos 120 millones, pero quería aprovechar un periodo de gracia de 30 días para hablar con sus inversores.

¿NISSAN AL RESCATE?

Pocos días antes de que trascendiera que Fisker había suspendido la producción del Ocean, cobró fuerza la posibilidad de que Nissan entable una asociación con la marca eléctrica.

Esta información, recogida por Reuters, implicaría que Nissan invertiría 400 millones de dólares en Fisker para desarrollar de forma conjunta una plataforma para camionetas que serviría de base para una pick-up eléctrica de la firma japonesa.