GP de Las Vegas: Red Bull debe ser la apuesta ganadora, pero en la ciudad del juego pueden haber sorpresas

Antes de comenzar la temporada en Red Bull temían los circuitos urbanos lentos, aunque muchos aficionados no acababan de creerlo. El triunfo de Max en Mónaco pareció dar la razón a estos. 

Sergio Pérez ha dicho que las curvas en ángulo recto, de muy baja velocidad, no son lo mejor para ellos, les perjudican. Pero por el contrario, Las Vegas parece muy distinto a Singapur, con sus largas rectas, que algunos dicen pueden favorecer al motor Ferrari. Fréderic Vasseur, Charles Leclerc y Carlos Sainz cruzan los dedos.

Las incógnitas son totales cara a Las Vegas. De los equipos de cabeza, excluidos Red Bull, hemos tenido un comportamiento de ‘montaña rusa’ en esta segunda parte del campeonato. Sólo McLaren parece haber llevado una trayectoria ascendente.

Y hay mucho que ver en las peleas que todavía quedan en vigor. El título de pilotos está en manos de Max Verstappen y Sergio Pérez debería acumular errores y problemas para no quedar subcampeón. El título de Constructores está en manos de Red Bull. Pero fuera de estas posiciones queda todavía mucho por decidir.

Lewis Hamilton es tercero del campeonato, y sus rivales no parecen en situación de arrebatárselo salvo que los caprichos de la ‘flecha negra’ decidan lo contrario. Fernando Alonso es el único que podría hacerlo, pero a su vez Alonso está presionado por Carlos Sainz y Lando Norris, mientras que Charles Leclerc ha quedado un tanto descolgado tras no poder tomar la salida en Interlagos.

Entre los constructores, Ferrari quisiera acabar segundo en detrimento de Mercedes, que no será fácil. Y Aston Martin quisiera hacer un último esfuerzo para alcanzar a McLaren.

Detrás las cosas son un poco diferentes. AlphaTauri se ha despertado y quisiera desbancar a Williams de la séptima plaza. Y estos están más preocupados por plantear correctamente la próxima temporada que por defender la séptima posición. Pero ambos saben que sus resultados pueden depender de lo que hagan los adversarios. Haas no quiere ser farolillo rojo y Alfa Romeo no quiere descender hasta ahí. Y ambos sueñan con alcanzar a AlphaTauri, aunque precisarían de un pequeño milagro.

Y siempre con esa incógnita de una pista nueva, de difícil equilibrio en la puesta punto, los aciertos y errores de los ingenieros tendrán mucho que ver en los resultados. La adaptación de los coches al frío previsible, también.

Pero eso es parte del interés. El otro, conocer si Las Vegas puede ser una gran carrera. Si el circuito está a la altura de lo que se espera de él. La parafernalia ‘externa’ es de primera magnitud y el espectáculo en pista debe estarlo a su vez si de verdad quiere ser el mejor Gran Premio de la historia, el que marque un antes y un después.
Sobre todo teniendo en cuenta que en cuatro meses Las Vegas albergará otro gran evento, la Super Bowl, espectáculo considerado como el mayor del mundo en la actualidad. La comparación será inevitable,