Noah Gragson pierde su volante en la Nascar por un comentario inapropiado

Gragson ha sido suspendido ‘sine die’ por el equipo Legacy Motorsport, “por acciones que no representan los valores de nuestro equipo”. Jimmie Johnsson es copropietario del equipo junto a Maurice Gallagher, quienes compraron la estructura de Petty Entreprises. 

La razón de esta suspensión, un tweet desafortunado de Gragson, sobre el asesinato de George Floyd, que levantó muchas ampollas. Tantas que llevaron a éste al cese fulminante, apoyado por NASCAR, que entiende Gragson vulneró las normas del campeonato, concretamente la sección 4.4.

No es la primera vez que Gragson, de 25 años, tiene problemas con las normas de conducta NASCAR, más duras algunas a veces con las acciones fuera pista que con lo que pasa en el asfalto. En 2018, intentó besar a la ganadora del concurso Miss Ganadora del Snowball Derby de Pensacola.

NASCAR ya sancionó por ‘conduta inapropiada’ a Kyle Larson, estrella naciente, porque en una carrera virtual ofrecida en 'streaming' tras un incidente usó la palabra ‘N-Word’. Chip Ganassi lo cesó inmediatamente y estuvo en un  curso de rehabilitación casi todo 2020 que empleó para ganar el World of Outlaws de forma apabullante, antes de que las puertas de NASCAR se le abrieran de nuevo y se proclamara campeón de la categoría en 2021 en el retorno a la misma con Hendrick Motorsport.

Gragson lo tendrá mucho más difícil. Parece poco implicado, figura en los últimos lugares del campeonato, mal comunicador, sin importarle la preparación física… El talento sólo, no basta.

El piloto ha entonado el ‘mea culpa’. “Estoy decepcionado conmigo mismo por mi falta de atención y mis acciones en las redes sociales. Pura y simplemente he metido la pata hasta el cuello. Comprendo la gravedad de la situación”.

Pero muchos creen que su carrera en NASCAR ya ha acabado. En pista había tenido varios enfrentamientos con los colegas. De hecho, en mayo, agarró a Ross Chastain por el cuello, lo que le valió recibir un puñetazo por parte de éste.