El par motor y su reparto vectorial: qué es y para qué sirve

Cuando se habla del par motor del motor de un coche, se mide en Newton metro y suele acompañar a la potencia cifrada en caballos. Normalmente diremos que una mecánica, por ejemplo, rinde 350 caballos y un par motor máximo de 400 Newton metro.

El par es el momento de fuerza ejercido sobre el eje o ejes de transmisión del automóvil, que puede ser de tracción delantera, de propulsión o de tracción a las cuatro ruedas. Es la fuerza con la que gira el cigüeñal de un motor de combustión, que es el resultante de que finalmente las ruedas giren.

En realidad, la cifra que la marca ofrece suele ir acompañada de las revoluciones por minuto a partir de las que se entrega este par máximo, que en los motores de combustión dependerá de la masa de la mezcla de combustible entregada. Esta mezcla se regular con el pedal del acelerador y, según lo revolucionado que esté el coche, habrá una mayor o menor entrada de combustible y, por tanto, un mayor o menor par en ese momento.

Esto no ocurre así en los coches eléctricos, en los que no hay mezcla de combustible, ni explosión, ni gases expandiéndose para mover el pistón. El vehículo 'cero emisiones' entrega el par motor máximo desde que se pisa el pedal del acelerador.

De ahí la 'patada', reprís o empuje instantáneo que tienen este tipo de coches, que son capaces de subir de revoluciones rápidamente ya que no funcionan como una mecánica de combustión. En el caso del coche eléctrico, los primeros segundos hay un par motor que es máximo actuando, para luego ir disminuyendo conforme el motor va subiendo de vueltas.

El par motor en todo caso se tiene que repartir entre las ruedas del eje o ejes, en caso de estar ante un coche de tracción total. Hablamos de un reparto vectorial que más preciso será cuanto mejor sea el vehículo con el que circulamos. Normalmente los coches más deportivos son capaces de enviar prácticamente el 100% el par a una única rueda.

Con esto lo que se pretende es hacer más rápidos y estables los pasos por curva, de forma que se aplica más par a la rueda exterior a en un curva para facilitar el giro, especialmente importante en las curvas más cerradas. Si las condiciones climáticas son adversas o el asfalto desliza, se vuelve todavía más importante un reparto de par óptimo.