Rally Safari: La primera mañana, bajo el signo de Toyota

El dúo de cabeza, separados por dos segundos y medio, ha abierto un pequeño hueco sobre sus perseguidores, prácticamente 20” sobre Evans y Neuville.

Hasta el momento la prueba no está causando estragos, esto se espera sobre todo en la etapa de la mañana, aunque ya ha habido los primeros problemas en forma de pinchazos —Tänak y Lappi en la tercera del día; Neuville, en la segunda — o encontrándose con animales: Sordo se encontró con unas cebras. Evans lamentó haberse encontrado con el polvo que dejó el rezagado Tänak, que además cedió más tiempo al final por un bajón de rendimiento en el motor, algo de lo que también se quejó Loubet.

Pero no han sido los únicos: Ogier se lamentó de no haber tenido a su disposición el sistema híbrido en toda esta primera sección. Tänak, por su parte, se lamentaba de haber perdido potencia. Y Katsuta rompió la dirección tras salir de la última especial, si bien antes de comenzar el tramo intentó solucionar un toque visible en la parte delantera, lo que le hizo ser prudente.

“He intento hacer lo mejor posible y evitar errores. Hay muchos surcos; también hay muchas piedras en los bordes. En las zonas más rápidas el coche se movía bastante y era difícil sentir la velocidad”, explicó Sordo al finalizar la tercera especial.

El cántabro lamentó que en la segunda especial cambió “algunas notas tras visionar los videos y es una lástima porque tenían ritmo”.

En WRC2, Olli Solberg está intratable y dispone de casi dos minutos sobre Greg Munster. Kajetan Kajetanowicz dijo lo mejor de la mañana: “Antes de empezar me llamó mi madre y me dijo que dejase correr a Solberg”; el polaco estaba segundo, a menos de 1’ cuando pinchó en la tercera especial de la mañana.