Barcelona llevará al límite al neumático delantero izquierdo

La supresión de la chicane crea dos nuevas curvas de alta velocidad, asimismo a derechas: la que pone fin al Estadio y da inicio a la bajada y la de entrada en la recta, la última del trazado. La última no ha sido modificada, pero ahora se hará a plena velocidad, en lugar de acelerando tras salir a muy baja velocidad de la chicane. La anterior había sido sustituida por un ángulo cerrado para llevar los coches camino de la chicane.

Las curvas 13 y 14 castigarán especialmente el neumático delantero izquierdo, que también sufre en la curva ciega de entrada a la recta trasera, la curva 9, con su inversión de pendiente, como ha dicho Mario Isola.

En otras palabras, la goma delantera izquierda sufrirá de forma permanente, casi sin descanso, y será la que marcará el ritmo de carrera. "Creo que todos sufriremos el problema. Va a ser un gran desafío para todos", señala Charles Leclerc.

A priori, esto último no es lo mejor para Ferrari… salvo que los nuevos pontones obren el milagro de ofrecer la carga aerodinámica que hasta ahora les ha faltado. Por el contrario, puede ser beneficioso para Red Bull, tremendamente eficaz en estas circunstancias.

La supresión de la chicane, además, permitirá unos ‘set up’ más agresivos. Suspensiones más duras y pisos más bajos, porque ya no será necesario subirse a los pianos de la chicane para no perder tiempo. Se piensa que los tiempos de vuelta serán como mínimo cuatro segundos más rápidos que en 2022.

Habrá que ver cómo se comportan los neumáticos. El C1 elegido para Barcelona es un compuesto nuevo, intermedio entre el C1 del pasado año (ahora denominado C0) y el C2.