Miami, una concentración de 'VIPS' donde, además, parece que había una carrera de F1

Algunas veces he tenido esa sensación –amarga– de que los importante son los VIPS y que los Grandes Premios se parecen cada vez más a una importante concentración de VIPS por metro cuadrado. VIPS que se pasean por las parrillas, en algunos casos rodeados de guardaespaldas. Y que los ‘personajes desconocidos’ son los pilotos… o casi.

En otras palabras, un evento de ‘celebrities’ en el que además hay una carrera. A este paso, las previas de los Grandes Premios van a ser sustituidas por un ‘Sálvame Grand Prix’.

Alguna toma de televisión nos mostró zonas reservadas a los VIPS, donde casi había más gente matando el tiempo en las mesillas de catering, sin vistas a la pista, que mirando el espectáculo.

Pero… ¡es lo que hay!

Cada vez más, de la mano de Liberty, se apuesta por este tipo de ‘promoción en directo’, donde saber quién ha estado es más importante que saber quién ha ganado. Donde la opinión de un ‘famoso’ importa más que la de un experto como Jackie Stewart. Un Stewart al que los guardias de seguridad cerraron el paso porque no le conocían y tuvo que ‘rescatarle’ Martin Brundle.

Personalmente siempre me ha sobrado esa ‘media hora’ que tienen a los coches en parrilla. Sólo los de la tribuna principal la disfrutan. Para los restantes espectadores, es la nada, salvo lo que den por las pantallas gigantes… pero no es lo mismo.

Es cierto, a lo largo de mis viajes a los Grandes Premios he visto a muchos VIPS a quienes les interesan de verdad las carreras, les gustan y entienden. George Harrison, por ejemplo. Leo Sayer. Plácido Domingo. Varios futbolistas. O el Emérito. Por citar a algunos.

Lo curioso es que no sólo los promotores, del campeonato o del GP, buscan esa asistencia de famosos y el espectáculo adicional, sino que los propios equipos se buscan siempre alguna figura de la ‘farándula’, uno o varios, a los que agasajar, presentar a los pilotos y poderles mostrar lo que hacen, cómo afrontan un GP.

Y eso era lo que más ‘odiaba’ cuando trabajaba en Mundo Deportivo. Cuando el redactor jefe de turno no te preguntaba por la carrera, sino "¿qué ha dicho fulanito?", por lo general un jugador del Barça. Pero también podría ser Induráin. Y de las cinco o seis páginas del GP de España debías malgastar una, no con una crónica de ambiente –siempre interesante–, sino con las frases hechas de algunos VIPS, en ocasiones sugeridas por sus equipos de relaciones públicas.

Miami ha dado un paso grande en este sentido. Las Vegas ya será de otra galaxia. Entre ambos marcarán un antes y un después. Y los Grandes Premios que quieran seguir en el calendario tendrán que acomodarse a eso.

Me temo que esta batalla está tan perdida como la de abolir los ‘safety car’. Signo de los tiempos, un nuevo peaje ‘a sufrir’. Pero seguiré disfrutando de los Grandes Premios.