Viry-Chatillon vira de objetivo: adiós, F1 y hola, Hypertech Alpine

De hecho, Alpine y Renault han evitado citar explícitamente el abandono de los motores de F1, centrándose en el anuncio del nacimiento de Hypertech F1, que incluye algo de deporte, pero sobre todo quiere ser un ‘un programa de excelencia’ centrado en investigaciones relacionados con nuevas tecnologías de motores eléctricos, arquitectura de las celdas de baterías, química de las baterías, etc. Y el apoyo a Alpine en su programa de expansión de producto que prevé 7 nuevos modelos antes de 2030. 

Se cree que, además, se ocupará de una posible transición al hidrógeno como combustible de motores térmicos. Cabe recordar que el hidrógeno, ya sea para alimentar pilas de combustible o para alimentar motores térmicos.

Vagamente se nombre la posibilidad de una ‘célula de seguimiento’ centrada a la F1, para estar al día de las tecnologías que adaptar los motores de F1 cara a 2026 y el futuro.

El sentimiento general es que, además, el programa Alpine en el WEC debería pasar a ser enteramente asumido por Alpine Racing France, el establecimiento de Viry Chantillon, cubriendo así en cierta forma el hueco dejado libre por los motores de F1. Es pasar de la cruz de la F1 a la esperanza en el WEC. Pero también supervisará otros programas deportivos del grupo, incluido el de Dacia en el Dakar o acciones en rallies.

La presencia de Alpine en el WEC está en estos momentos una presencia ‘externalizada’. Los coches responden a la categoría LMDh, lo que significa usar un chasis de uno de los productores homologados para LMP2, en este caso Oreca. El motor es una versión del motor 3.4 V6 Mecachrome usado en F2. 

El sistema híbrido es genérico para todos los vehículos LMDh, realizado conjuntamente por Bosch, Xtrac y Williams Advanced Engineering, e incluye el cambio. Y la gestión en pista corre a cargo del equipo Signatech en la que Alpine acaba de tomar una participación significativa  en lo que muchos toman como el preámbulo de hacerse con el control total. De hecho en las últimas carreras hay mucho personal de la marca.

El coste del WEC es asumible. Sobre 40 millones y evitaría una fuga masiva, por no decir total, del talento que hay en Viry-Chatillon. De confirmase estos rumores, la base del equipo, hoy en Bourges, a unos 100 km de Magny Cours  y lejos de Le Mans, sería trasladada a Viry, que cuenta con instalaciones más amplias y modernas.

Un programa más paliativo que sustitutivo. Pero permitiría a algunos decir que no se ha tratado de un cierre de Viry sino un cambio en sus funciones.